La pelota linda sigue ahí… con labios que se pueden leer… con sonrisas que se pueden ver.

Voces grabadas que juegan a ser porras. Gradas ocupadas por bits animados. Entrenadores, jugadores y árbitros escupiendo bilis en horario familiar. ¿Cómo se atreven? Moralismo barato, baratísimo.

(Pero si los niños escuchan y ven cosas peores en su casa y se las enseñan las mismas personas que hoy quieren censurar a Javier Aguirre por decir “vete a la mierda”, y al Cholo Simeone por acordarse de “la concha de la lora”; pobre ave, ¿qué culpa tiene de la falsa moral?).

La idea romántica de ver el futbol como antes de que fuera futbol o como antes de que lo viera por televisión suena bastante menos triste con ‘Pasto’, de los extintos Liquits de fondo. Seguro que a Edi Kistler, (ex) integrante de la banda y americanista de cepa, no le gusta que una canción alegre sirva como referencia en un momento tan triste. El malviajede la psicodelia se hizo realidad. Hasta el munchiesdesapareció.

Hace un año sentimos zozobra. Primero hubo reclamos en redes. ¿Cómo se atreven a permitir gente en los estadios durante este fin de semana?, se leía en las redes sociales, el micrófono moderno, de acuerdo con Marc Crosas. ¿Por qué no cancelan la Liga MX? Sean responsables, se leyó después del anuncio que prohibía el acceso del público en las gradas. Otro poquito de zozobra.

¿Y qué se hace sin gente en la tribuna?

¿Y qué hace la gente que iba a la tribuna?

¿Y qué hace la gente que aprovechaba que su voz era minúscula en medio de la multitud?

¿Y qué hace si no hay dónde ir a sacar las frustraciones de la semana?

¿Y qué se hace si el jugador tronco del equipo se ve más tronco en televisión y las burlas ya no son respondidas con risas por otros desconocidos?

¿Y qué se hace si hace un año que no se pueden revender los boletos?

¿Y qué se hace si hace un año que no se vende nada dentro o fuera de los estadios?

¿Y qué se hace si de esas ventas dependía la comida en la despensa de una familia?

¿Y qué se hace sin la pelota linda en su concepción ideal?

Seguir (sobre) viviendo, bueno, pretendamos menos, esforzarse y tratar de seguir (sobre) viviendo.

La pelota linda sigue ahí, aunque parezca exagerado y egoísta desear verla en un estadio lleno, con canciones que son canciones y no grabaciones de las canciones… con labios que se pueden leer… con sonrisas que se pueden ver. Litros y litros de cerveza tibia y rebajada lanzados después de cada gol, como si el alcohol fuera la sustancia que expulsa el corazón cuando late con más fuerza que antes del gol.

(Sobre) vivir no se lleva demasiado bien con eso, ni con los abrazos entre desconocidos que se hermanan por ver una playera parecida en el alma del prójimo. (Sobre) vivir tampoco se parece a mucho de lo que hoy nos obliga a ver la televisión.

¿La televisión como consuelo? La televisión como peoresnada.

¿Y qué sentirán quienes antes iban al estadio y hablaban del olor a garnachas cuando la jugada emocionante dejaba de ser emocionante? Hoy no hay garnachas ni en los estudios de televisión.

¿Y quienes antes tocaban el pasto en cuanto se ponían el chaleco de prensa y le pedían algo como un gol lindo para retratar?

¿Y qué sentirán, si ahora sienten lo mismo que sentían, antes de sentir que cumplían su sueño?

¿Qué sentirán?

 

Ángel Castellanos

Purgante

@revistapurgante