Como un año de horror por el Covid-19 calificó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, lo que ha vivido la gente en estos últimos meses.
“Ha sido un año de desesperanza, de agotamiento, de miedo generalizado”, expresó durante su homilía de este domingo.
Sánchez Espinosa también aceptó que el nuevo coronavirus ha dejado heridas entre las personas, que no podrán ser curadas con vacunas ni discursos.
Al recordar a Valentín Ramírez Tlaque y José Guadalupe Sanguino Fuentes, los primeros 2 sacerdotes que fallecieron en el estado por el Covid-19, el arzobispo pidió rezar por aquellos que perdieron la vida durante la pandemia.