Como Doña Socorrito con su misa dominical, Don Rafael adoptó la ida al estadio Cuauhtémoc como un acto de fe. Así el partido fuera el domingo a las 12 del día, sábado 7 pm o entre semana, la visita al coloso de Maravillas era obligada para apoyar a su Puebla de la Franja.
El peregrinar comenzaba cuatro horas antes del arranque del partido. Se desempolvaban las plateas y cojines que aguardaban en aquel estudio de pintura, enmarcado por el reloj de péndulo que se escuchaba en toda la casa ‘del circuito’. Según la estación del año, Don Rafael tomaba su boina, bufanda y suéter, o en su defecto solo un chaleco para nunca perder el porte.
La mesa del desayunador era la sala de espera. Si Don Rafael decía “nos vemos a las 4:20 pm” tenías que estar, por lo menos 10 minutos antes, porque “a mí enseñaron a conocer el reloj”. Si te demorabas, se le paraba el bigote y era capaz de no ir por no respetar el horario establecido.
Como era nuestra costumbre, mi padre y yo llegábamos sobre la hora, “vaya, por fin llegaron. Vámonos que se hace tarde”. Sí, apenas eran 4:20 pm pero a Don Rafael le gustaba llegar dos horas antes del inicio. Odiaba los tumultos o que alguien ocupara su lugar en la grada del Cuauhtémoc.
Una vez estacionado el carro, Don Rafael se instalaba en las butacas fila 8 de la platea poniente para escuchar una y otra vez “una Franja luce el corazón, con orgullo por el triunfo va nuestro campeón, es mi Puebla de la Franja, toda mi pasión”. Comenzaban a llegar las ‘cemas’ y el mítico señor de los “chicles, chocolates, cigarros”.
Las banderas ondeaban en todo lo alto, el cemento se pintaba de azul, se acababa la cemita e íbamos por los cacahuates, papas con refresco y apenas los equipos saltaban a la cancha para calentar entre pirotecnia y el aliento del sonido local al estilo beisbolero.
Todo esto viene al cuento porque el viernes pasado vi a muchos ‘Rafaeles’ que volvieron al estadio Cuauhtémoc para el partido Puebla contra Pumas y con ello la ilusión renovada de alentar a la Franja de Nicolás Larcamón, el equipo revelación del torneo, ese que pelea por meterse a los cuartos de final de forma directa en el Guardianes 2021.
No hay nada como volver a la cancha, como en los viejos tiempos, la fantástica ida al Cuauhtémoc.
Por Alfredo González
@AlfredoGL15