El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, presidió en la catedral los Santos Oficios de la Pasión de Cristo, la noche de este Viernes Santo.

La ceremonia se llevó a cabo a puerta cerrada y con pocos fieles, como medida de prevención de contagios de Covid-19.

La liturgia terminó con el Rosario para acompañar a la Virgen en su dolor por la pérdida de Jesús.

Se trata del segundo año consecutivo que la Semana Santa es afectada por el nuevo coronavirus.