A la medianoche más un minuto comienzan las campañas locales en Puebla, en un contexto de incertidumbre para la mayoría de quienes alcanzaron la postulación en las principales demarcaciones en la zona metropolitana.

Además de la definición de futuro de los gobiernos de mayor inmediatez ante la demanda ciudadana, también están en disputa 217 sindicaturas y mil 810 regidurías; 26 diputaciones de mayoría relativa y 15 de representación. Un total de 2 mil 285 cargos a partir de las 00:00 horas.

En este proceso electoral, 4 millones 739 mil 921 personas con credencial para votar podrían ir a las urnas.

La capital del estado ha concentrado la atención de la clase política y círculos de poder en el contexto nacional. El triunfo aquí significa, además, una oportunidad para influir en el proceso sucesorio de 2024.

Si el número de cargos es elevado, también lo es el de aspirantes a gobernar la ciudad capital: nueve, de todos colores e ideario político.

Por Morena, Claudia Rivera Vivanco, a quien las encuestas la ubican con un alto grado de rechazo; además, su candidatura pende de la decisión de órganos jurisdiccionales, luego de que el Tribunal Electoral encontró que realizó actos anticipados, uso de recursos públicos y promoción personalizada.

En otra trinchera, el panista Eduardo Rivera Pérez compite de nueva cuenta por Acción Nacional aliado con el PRI y PRD. También tiene un escenario difícil, pues la oposición la enfrenta dentro de la propia dirigencia con Genoveva Huerta y su alianza con Fernando Manzanilla Prieto.

Llama la atención la reincorporación de América Soto, una expriista que ahora regresó a la escena por las Redes Sociales Progresistas; y Roberto Ruiz Esparza, el emblemático “Capi”, por el Partido Verde.

Una independiente es la notaria pública, Norma Romero Cortés; Evelyn Hurtado, por Nueva Alianza; y un perfil de dudosa reputación como Eduardo Rivera Santamaría, por Fuerza Por México; Edgar Yamil Yitani, por el partido Naranja; y Alfredo Victoria por el PES, con nulas probabilidades de triunfo.