El proceso electoral por los cargos de elección popular en disputa en la esfera local probablemente sean los más impugnados en la historia de los comicios. En la etapa previa y luego de que hayan comenzado las campañas que no irán más allá de un mes de duración, los órganos electorales (Instituto Electoral y Tribunales) serán actores protagónicos de la contienda.

Antes de escribir esta columna, el árbitro de la contienda política aún no daba a conocer el resultado de su trabajo para la entrega de la constancia de validez de candidaturas en las principales demarcaciones de las 217 que estarán en juego este 6 de junio.

De todas las candidaturas, probablemente dos sean las que más hayan concentrado la atención más allá del círculo rojo (clase política, analistas y medios de comunicación) sean las de San Pedro Cholula y Puebla capital.

Los aspirantes -a las 18:00 horas de este lunes aún no recibían la aprobación como abanderados-, Julio Lorenzini y Claudia Rivera, por Cholula y Puebla capital, personifican el nuevo paradigma de las contiendas internas de los partidos por los que compiten.

Lorenzini es el que ofrece el panorama más incierto con casi 60 recursos impugnatorios. La frágil condición como precandidato deriva de varias circunstancias en torno a su comportamiento personal y público, del que hay constancia.

Probada su inclinación a golpear, humillar y violentar sexualmente -hay dos carpetas de investigación en la Fiscalía General del Estado-, también se le acusa de ser una imposición de la burocracia que se ha adueñado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

No perdonan su paso por el morenovallismo y haber aplaudido con entusiasmo vergonzante a la candidata a la gubernatura por el Partido Acción Nacional en 2018, la fallecida Martha Erika Alonso Hidalgo; y, de paso, ser la criatura de Pablo Salazar Vicentello, un arrogante principiante en la tarea política que en mala hora llegó a Morena.

En el otro extremo está el de la edil con licencia, Claudia Rivera Vivanco, producto del movimiento que inició Andrés Manuel López Obrador a quien, sin embargo, se le encontró responsable de haber usado dinero público para su promoción personalizada y de haber comenzado antes de tiempo, su actividad de campaña.

Aunque su equipo de campaña anticipó que irán a instancias federales para controvertir el resultado del Tribunal Electoral del Estado, también la convierte en la aspirante más vulnerable por las impugnaciones que Gabriel Biestro, su principal adversario en la interna, ha interpuesto por el deseado proceso de designación que apunta con toda claridad a un antidemocrático dedazo.

Otro Rivera, el panista que compite por tercera ocasión bajo las siglas del PAN-PRI-PRD, también enfrenta un proceso impugnación. Es de la autoría de Pedro Gutiérrez, vinculado con Alejandro Alcántara Montiel, amanuense de una triada integrada por los nombres de Genoveva Huerta, dirigente del mismo parido; Fernando Manzanilla, diputado de Encuentro Solidario; y hasta del exgobernador Antonio Gali.

 

@FerMaldonadoMX

Parabólica escribe Fernando Maldonado