Luego de que el Tribunal Estatal Electoral (TEEP) revocara el triunfo en urnas en 1995 al panista José Juan Meneses Pérez —anulando once casillas— para otorgárselo al priista Miguel Ángel Martínez Escobar como alcalde del municipio de Huejotzingo, en febrero de 1996 se movilizaron ciudadanos y los mismos panistas, encabezados por Ana Teresa Aranda, para impedir la toma de protesta del también yerno del entonces gobernador, Manuel Bartlett.

Miguel Ángel Martínez Escobar llegaba cobijado por la estructura priista que encabezaba su máximo representante, el presidente Ernesto Zedillo, y aunque Escobar no era habitante de Huejotzingo, Carlos Morales Morales, su antecesor y padre de Carlos Alberto Morales Álvarez, le entregaba la constancia de residencia en Santa Ana Xalmimilulco.

El descontento social de una imposición impedía que Martínez Escobar atendiera desde Palacio Municipal, por lo que, en sus primeros y únicos días, lo hizo desde Casa de la Cultura ubicada sobre la calle 5 de Mayo.

Rápidamente, Huejotzingo se volvía el centro de una discusión política entre partidos a nivel nacional. En aquél entonces, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, declaraba como agravio electoral lo sucedido en Huejotzingo, una de las razones por la que su partido abandonaba las mesas de diálogo y negociación para la entonces reforma electoral.

En los pocos días de su mandato, Miguel Ángel Martínez Escobar planteó “modernizar” la calle 5 de Mayo, desde el convento de San Diego hasta la equina con Reforma. La vialidad hecha de hidroconcreto de más de 30 centímetros de espesor fue levantada y reportada ante la extinta Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) como obra concluida, pese a que estaba aún en proceso.

El plan de Escobar era presumir en los primeros 30 días de su mandato obra pública, como la construcción de una planta de tratamientos de aguas negras, organización del Carnaval, rehabilitación de la escuela Maximino Ávila Camacho, saneamiento del río Xopanac, mejora en el servicio de limpia y obra pública.

Llegaba el Carnaval de Huejotzingo de 1996, la presidencia municipal continuaba tomada entre militantes panistas y ciudadanos, por lo que Martínez Escobar decidió dar banderazo de inicio del desfile en la escuela primaria General de División Maximino Ávila Camacho. El secreto a voces es que varios ciudadanos enfrentaron a Escobar al punto de amenazar su integridad física a punta de mosquetones, lo que provocó que Escobar decidiera huir del municipio y posteriormente pedir licencia.

Por un lado, el líder nacional del PRI, Santiago Oñate Laborde, aseguraba que la petición de Miguel Ángel Escobar apelaba a una “decisión personal y un acto de gobierno”; por el otro lado, el PAN se lo atribuía como una victoria.

Luego de estos hechos, se instalaba un nuevo concejo municipal con mayoría panista que permitía el retorno de la gobernabilidad en este municipio. Más tarde, Heriberto Ramírez Cerón llegaba para gobernar de 1996 a 1999.

 

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Ecosistema Digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares