La indagatoria en torno a un complejo sistema de triangulación de dinero que presuntamente benefició al rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, y a un grupo de cercanos, también formó parte de la extensa conversación con Miguel Barbosa, el gobernador que se ha empeñado en la aplicación de la ley.

– Parece que se refiere usted a quien despacha en El Carolino, sede del gobierno de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz.

– Ese es un “tiburonzote” del que pronto se va a saber más, dice Miguel Barbosa cuando habla de un régimen de privilegios que heredó a los poblanos auténticos “barones del dinero”, producto del mal manejo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

La pregunta viene cuando el mandatario hablaba de mecanismos institucionales para contener la corrupción que han permitido terminar con “los moches”, la entrega de comisiones de proveedores a servidores públicos en la gestión en turno.

“Cuando ve uno a un rector se le puede decir ’Don dinero, ¿cómo estás?’”, ironiza al tiempo de ratificar su decisión de no conceder privilegios, de los que volvió a reprochar en la conferencia de prensa matutina este miércoles.

Advierte que quien haya violado ley y se haya hecho intensamente rico, suelen decir “persecución política”; si se abre una investigación, “¡qué sinvergüenzas!”.

El rector universitario ha sido señalado en declaraciones ministeriales y carpetas de investigación en la Fiscalía General del Estado de beneficiarse de una red de lavado de dinero entre 2014 y 2017, de mil 400 millones de pesos.

Pandemia, el gran reto

Se muestra empeñado en no utilizar contratación de deuda para impulsar el desarrollo de estado. Recordó los más de 50 mil millones de pesos que Puebla heredó de los gobiernos del pasado.

Si se llegara a tomar la decisión de contratar un crédito, deberá ser pagado en su totalidad antes de que finalice el gobierno en curso; atajó. “No seré quien le agregue más deuda”.

Vuelve al tema de las obras faraónicas. El Museo Internacional del Barroco, del que ya ha hablado como icono de la política del gobierno del panista Rafael Moreno Valle, que requirió 10 mil millones de pesos. “¿Cuántos empleos generó?”, se pregunta al tiempo de recordar a quienes aplaudieron “lo que evidentemente eran actos de corrupción”.

Sólo para paliar los efectivos nocivos de la pandemia por el Covid-19 y las nuevas cepas, han sido destinados 3 mil millones de pesos.

“Estoy muy convencido de lo que hago, no soy un santo pero soy un hombre de fe… Tengo temor de Dios y tengo temor de la ley”.

Ríe cuando se le pregunta cuál ha sido su más reciente error en el cargo de gobernador.

– ¿Hace autocrítica Miguel Barbosa?

Todos los días, todos los días me arrepiento de lo que digo, de lo que no digo; de lo que hago y lo que no hago. Siempre reflexiono, soy de los que pueden pedir perdón.

– ¿Qué le molesta y le echa a perder el día cuando lo increpan desde los medios o redes sociales?

No se puede entender un gobierno sin comunicación ni “las benditas redes sociales”, factor de gobernanza.

“Somos de carne y hueso, todos. ¿Verdad?”. Vuelve a reír.