El Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala fue inscrito en la lista de Patrimonio Mundial, siendo la única propuesta que presentó México en esta ocasión. Este monumento se encuentra ubicado en la ruta de los ‘Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl’, la cual está inscrita en esta lista de la UNESCO desde 1994.

 

Con esta inclusión “se reconoce el propio quehacer indígena en diálogo con el pensamiento europeo, que sobreviven hasta nuestros días a través de estos invaluables monumentos y por consiguiente el espíritu un lugar excepcional”, aseguró  la directora de Patrimonio Mundial del INAH, Luz de Lourdes Herbert.


Ello significa un compromiso para México y Tlaxcala, para diseñar e instrumentar novedosos procesos integrales de conservación y restauración del bien en serie para su permanencia y disfrute de todas las naciones.

 

“Con estas acciones, dijo, México se confirma como un país que cuida, valora, reconoce y difunde su inmenso patrimonio, histórico y antropológico que brilla en el mundo”, dijo el director general del INAH, Diego Prieto Hernández.

 

Por otro lado, a esta lista de inscripciones de Patrimonio Mundial, también tocó el turno a las enigmáticas momias Chinchorro, consideradas las más antiguas del mundo realizadas deliberadamente por el hombre y fueron descubiertas en el desierto costero del norte de Chile; al observatorio solar de Chanquillo en la costa de Perú, cuna preincaica de la astronomía en América, construidas hace 23 siglos sobre una colina en medio del desierto, sus 13 torres son mucho más antiguas que el imperio inca (que floreció en el siglo XV); la finca de las afueras de Río de Janeiro que perteneció al brasileño Roberto Burle Marx, creador de los jardines tropicales que revolucionaron el paisajismo; y a la urbe francesa de Niza (sur) por su patrimonio arquitectónico, paisajístico y urbanístico, formado por 200 años de historia cosmopolita a partir de finales del siglo XVIII.

LEG

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