El diputado local, José Juan Espinosa Torres, tiene problemas mucho más graves que cumplir con la exigencia del Congreso del Estado para entregar físicamente un justificante médico, luego de haber faltado de nueva cuenta a la sesión presencial en el pleno de la Cámara de Diputados este jueves.
La coartada para ausentarse de las sesiones de trabajo, que desde esta semana se realizan de manera presencial, no tendrá mucha vigencia, como quedará demostrado la próxima semana cuando la Legislatura vuelva a sesionar en el recinto, con las medidas sanitarias implementadas.
Difícilmente será entregado físicamente el justificante y habrá cumplido con la tercera inasistencia para cumplir con sus responsabilidades, lo que de acuerdo al artículo 30 de la Ley Orgánica, “no tendrá derecho a percibir su dieta desde la primera sesión a la que faltare. En estos casos se llamará al suplente respectivo”, Rodolfo Huerta Espinosa.
Y es que al expresidente municipal de San Pedro Cholula y autodefinido como un “obradorista” que no es capaz de mentir, robar y traicionar al pueblo, le fue cancelada la visa que le permitía refugiarse en Estados Unidos, en donde pretendía mantenerse lejos de las acusaciones de manejo de recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y tráfico de influencias.
José Juan Espinosa, que se ha pretendido victimizar y se duele de ser difamado por los medios que han documentado sus excesos en todo los planos, fue echado por el gobierno de Joe Biden y debió dejar su escondite en Houston.
Conviene subrayar que el tristemente célebre JJ no salió de su escondite en calidad de refugiado ni exiliado político, sino como un prófugo de la ley en México.
Sin un lugar seguro en Puebla y México para evitar la acción de la justicia, echado del único sitio en el que se mantenía agazapado, José Juan Espinosa se ha convertido en una versión apátrida de la que sólo él y su círculo son responsables.
Haber pretextado encontrarse quebrantado de salud sólo ha sido un recurso para ganar tiempo. Confirma de nueva cuenta lo que su conducta pública ya había evidenciado: falta a la verdad con la ligereza de un mitómano, víctima de su psicopatía.
No habrá forma de que se apersone para poder entregar el documento y librar el apercibimiento legislativo, luego de haber registrado dos ausencias definitivas en las últimas sesiones de trabajo.
El evadido de la justicia, que llenó de agravios, insultos y mitomanías sus perfiles en redes sociales, debió viajar hasta Guatemala, en Centroamérica, a casi mil 800 kilómetros de distancia.
Fue en ese país centroamericano en donde fue detenido en 2017 el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, acusado de delincuencia organizada y manejo de recursos de procedencia ilícita.
En ese país, según el Acuerdo Gubernativo número 190-2012, está nacionalizada Lilia de la Sierra Arámburo, quien junto con Oscar de los mismos apellidos, son hermanos de la senadora de la República, Nancy de la Sierra. La ubicación del domicilio, según el gobierno de aquel país, se encuentra en Santa Catarina Pínula, departamento de Guatemala.
La historia tiene una veta informativa que pronto será develada.
Continuará…
Parabólica escribe Fernando Maldonado