Cuando hablamos de la tecnología WiFi, hacemos referencia a la WI-FI Alliance, que es una organización sin fines de lucro que engloba a un grupo amplio de fabricantes que promocionan el uso de la tecnología «Wireless» o tecnología inalámbrica en red local. Sobra decir que la expansión de esta tecnología ha sido inmersiva, y su capacidad de propagación en términos de usabilidad y tiempo logró que en pocos años —tras la era de la Web 2.0— más del 95% de los equipos y dispositivos dispongan de WiFi.

Las ventajas son muchas, desde el abaratamiento y facilidad de implantación de redes LAN, hasta la proliferación de aplicaciones y dispositivos que interactúan con esta tecnología. Existen varias versiones de WiFi, la primera de ellas se lanzó al mercado en 1999; la última —WiFi 6 o WiFi 802. 11ax— se publicó en 2019 como parte de WI-FI Alliance.

El estándar WiFi de la sexta generación es compatible con protocolos anteriores y para optimizar su máximo rendimiento se recomienda utilizar transceptores que sean compatibles con esta tecnología. La WiFi 6 puede operar en bandas de 2.4 GHz y de 5 GHz; para ejemplificar este proceso recordemos que en los inicios los estándares 802.11 definían aspectos relativos al acceso inalámbrico de las redes LAN. Es decir, el estándar 802.11a alcanzaba hasta 54 Mbps con un rango de frecuencia de 5 GHz, utilizando hasta 8 canales no solapados. Mientras tanto, el 802.11b mantenía un acceso de hasta 11 Mbps en rango de frecuencia de 2.5 GHz, utilizando hasta 3 canales no solapados. Con el paso del tiempo apareció el 802.11g, que alcanza anchos de banda de 54 Mbps con capacidad de utilizar 3 canales no solapados en un rango de frecuencia de 2.5 GHz.

La evolución de la tecnología WiFi sostiene desde hace años un referente de redes wireless que pueden utilizarse desde el hogar digital hasta entornos del business 4.0. En este sentido, aún se mantiene un contexto de democratización de la tecnología, es decir, de la digitalización misma de procesos analógicos que se traduce a que exista un aumento constante de dispositivos conectados.

Con la tecnología de WiFi 6, el video en streaming, la gestión de la alta densidad de usuarios en negocios y las aplicaciones de automatización se logra una comunicación más efectiva, que la WiFi 5 no permite. Ahora, se podrá transmitir videollamadas 4K desde la WiFi y los entornos virtualizados o en cloud, sin una marcada diferencia con respecto de servidores locales, según declaraciones del Country Manager de D-Link Iberia.

Sin embargo y pese a la automatización, la seguridad aún requiere del ser humano.

 

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares