El ¿aún? diputado local José Juan Espinosa Torres, exedil de San Pedro Cholula, bajó de Facebook la cuenta que le había permitido mantener una última trinchera ante el cúmulo de señalamientos políticos y penales.
En un personaje con una clara inclinación por el reflector y la megalomanía, la ausencia en redes sociales no es sino la condición de paria que lo acompaña desde que se fugó del país.
El jueves 8, el rijoso ahijado político de Ricardo Monreal, el coordinador de los senadores de Morena, fue exhibido como un escurridizo legislador que se había refugiado en Guatemala, en casa de la familia De la Sierra Arámburo, cuando ya se le había suspendido la visa que le permitía esconderse en Houston, Estados Unidos.
Esta semana se cumplirá un mes de que el evadido de la justicia poblana, a quien se le acusa de haber cometido probables delitos como lavado de dinero y delincuencia organizada, no ha mostrado actividad alguna en las redes sociales desde donde rivalizaba y provocaba.
No sólo bajó la cuenta de Facebook, sino que la cuenta de Twitter (@JoseJuanEsp), con 29 mil 913 seguidores, la tiene literalmente abandonada desde el 5 de julio.
En esa fecha, retuiteó el comunicado de una organización de instituciones privadas ante el conflicto que envuelve a la Universidad de las Américas Puebla, así como un post de Ricardo Monreal, el político que hace meses había intercedido en el gobierno de Puebla para encontrar un acuerdo que el propio JJ tiró al cesto de la basura cuando subió a sus redes sociales un video que lo muestra con guantes de box, sólo para decir “no estoy manco”.
La página que había convertido en instrumento de propaganda política, josejuanespinosa.mx, también fue eliminada de la web, síntoma de que el agua parece llegarle al cuello.
Al cierre del último periodo originario de sesiones, el Congreso del Estado dio cuenta de las suficientes inasistencias injustificadas a las sesiones plenarias de manera presencial para retirarle la dieta de la que dispuso como diputado del Partido del Trabajo.
Sin embargo, la suspensión de la entrega de recursos económicos de parte del Legislativo, en un político acaudalado, como en efecto lo es el propio Espinosa Torres, no puede ser la excusa para saldar las cuentas en internet, redes y el host de su propio sitio.
Se trata, en todo caso, de evitar ser encontrado a través de la dirección IP que permite geolocalizar con precisión el uso de tablets, computadoras o teléfonos inteligentes conectados a internet.
Ya no existen dudas de la condición jurídica que arrastra este personaje, que tuvo la habilidad para pactar con el priismo de Mario Marín, el panismo de Rafael Moreno Valle y el morenismo de Monreal.
El devaluado perfil político encaja perfecto en el axioma del profesor Carlos Hank González, el modesto maestro rural convertido en uno de los hombres más acaudalados del priismo revolucionario: José Juan Espinosa Torres, como prófugo de la justicia, ya es un pobre político que devino en un político pobre, a quien nadie le toma una llamada.
parabolica.mx escribe Fernando Maldonado