La presencia en México de los partidos Republicano y Demócrata de Estados Unidos y el reagrupamiento en torno de la figura del ex presidente Carlos Salinas de Gortari que incluye a alguna figuras poblanas no son escenarios aislados y todos apuntan a un mismo objetivo: 2024.

El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador se ocupó de terminar con el llamado “tapadismo” cuando el 5 de julio colocó sus cartas sobre la mesa sucesoria, entre quienes destacan la Jefa de Gobierno, Claudia Sheimbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y otros actores de segundo reparto.

La sucesión ya comenzó y nadie en el país podrá estar ajeno al juego de la política electoral. Hay otros elementos que deberán ser colocados sobre la mesa, incorporados a la prospección política de cara la renovación de poderes públicos en tres años.

México Republicano busca colocarse en el tablero de la política nacional y Salinas de Gortari busca adeptos para regresar al poder, según ha dicho en público y en privado, con familiares y amigos que aún lo frecuentan en su domicilio por el rumbo de Tlalpan, cuando hace escala en el país.

El líder migrante de origen poblano, Jaime Lucero está por entrar en la misma lógica sucesoria para incidir en las elecciones presidenciales de 2024, para lo que se apresta a traer a México Fuerza Migrante, una agrupación política nacional que buscará competir en el futuro.

Se trata de la primera vez que un líder de perfil de indocumentado, pero reconocido en la Gran Manzana en la unión americana decide hacer política electoral en el país, luego de años de recibir en la zona triestatal de Nueva York-Connecticut-Nueva Jersey, convertida en la tierra prometida para miles de familias poblanas.

La presencia mexicana en ese país se ha extendido a casi todo el territorio, desde que comenzó a llegar en la década de los ‘30 del siglo pasado.

La pobreza y ausencia de oportunidades ha dado oportunidad a que cientos de mujeres y hombres buscasen la subsistencia en aquel país.

Si hay que trazarlo en cifras, la comunidad mexicana radicada en Estados Unidos podría ser evaluada en 45 mil millones de dólares, que es el monto de las remesas enviadas a sus familias en México en 2020, el año marcado por el inicio de la pandemia por Covid-19.

El volumen de dinero enviado en hace un año es una pálida expresión casi de lo que el Estado mexicano invirtió en el proceso electoral de junio para renovar Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y una cantidad de congresos locales que la convirtió en la mas grande y compleja en el país: 26 mil 800 millones de pesos.

Jaime Lucero, el migrante que se convirtió en un acaudalado empresario en EU viene a regreso. Ni él ni su equipo de campaña han mencionado las cosas por su nombre, pero es evidente que como ocurre con México Republicano y el ex presidente Salinas, la mira también está en el año de la elección presidencial.

A dirigencia de Carlos Salinas, que ha decidido impulsar a candidatos bajo las siglas del PRI, PAN o PRD, el caso de los partidos estadounidenses y Fuerza Migrante, de Lucero, son fuerzas emergentes en un momento en que los partidos tradicionales -incluyendo Morena-viven una profunda crisis de legitimidad y desapego de la sociedad. La mesa está puesta para 2024.

 

@FerMaldonadoMX

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado