La Real Academia de la Lengua Española define la palabra “revolución” como un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional; o bien como un cambio rápido y profundo en cualquier cosa. La palabra “revolucionario” se define como perteneciente o relativo a la revolución, como partidario de la revolución o como alborotador, turbulento. Si usamos los dos primeros conceptos para el adjetivo “revolucionario” llegaremos a la conclusión de que esta palabra se puede emplear en el futbol para calificar a los directores técnicos porque hay algunos que a lo largo de la historia han generado cambios profundos en los equipos que han dirigido y, de esta manera, los han enriquecido al tiempo de ayudar a este deporte a conseguir más adeptos; pero así como hay algunos que sí pueden recibir este adjetivo hay otros que se quedan muy lejos de la definición.

Históricamente podemos mencionar al inglés Jimmy Hogan como uno de los grandes pioneros del futbol en Austria, Hungría, Suiza, Alemania y los Países Bajos porque fue uno de los primeros en hablar del juego de combinación, en el juego basado en el control de la pelota. Sus ideas lograron eco en Austria donde trabajó de la mano del seleccionador, Hugo Meisl en lo que se llamó el “Wunderteam”, que tenía como principal figura a Mathias Sindelar, y que sumó catorce partidos invicto entre abril de 1931 y diciembre de 1932, ese equipo ganó la Copa Internacional del Centro de Europa (predecesora de la actual Euro), fue semifinalista del mundial de Italia 34 perdiendo con cierta polémica con el anfitrión y ganó la medalla de plata en Berlín 36 https://www.youtube.com/watch?v=MnC4WakkHlI. Años más tarde, tras la rutilante victoria de 6-3 de Hungría sobre Inglaterra en Wembley, Hogan fue mencionado por el Presidente de la Federación Húngara, Sandor Barcs: “Jimmy Hogan nos enseñó todo lo que sabemos acerca del futbol” y el propio técnico húngaro, Gustav Sebes expresó: “Nosotros jugamos al futbol como Jimmy Hogan nos enseñó. Cuando la historia de nuestro futbol se cuente, su nombre debe estar escrito en letras doradas”.

Eso nos lleva al propio Sebes como uno de los técnicos revolucionarios del futbol. El 25 de noviembre de 1953, Hungría derrotó 6-3 a Inglaterra en Wembley para convertirse en el primer equipo no británico en derrotar a los ingleses en su casa, ese día el mundo se rindió ante una escuadra que entre 1950 y 1956 registró una sola derrota (la final del Mundial de Suiza 54 ante Alemania en el llamado “Milagro de Berna”), con 42 triunfos y siete empates; pero ese 25 de noviembre de 1953 quedó grabado en la historia del futbol por la exhibición húngara y porque Sebes, como ya se ha explicado seguidor de las ideas del juego combinativo de Jimmy Hoggan, revolucionó al futbol con un nuevo concepto: “El falso 9” que ejecutó a la perfección Nandor Hidegkuti, quien ese día marcó tres goles (al 1, 22 y 53), mientras que Puskas marcó dos y Boszik cerró la cuenta https://www.youtube.com/watch?v=7wdW5p3jd2Y.

Tras Hoggan, Meisl y Sebes llegó el turno de otro austríaco Ernst Happel quien sostuvo las bases de los anteriores pero al llegar a los Países Bajos fue parte esencial en el desarrollo del llamado “futbol total” que catapultó a la “Naranja Mecánica” de la mano de Rinus Michels https://www.youtube.com/watch?v=Y-RsK2DyEOc y del propio Happel a dos finales de Mundial que perdieron frente a los anfitriones: Alemania en 74 y Argentina en 78, respectivamente. Happel y Michels fueron dos revolucionarios que cambiaron el futbol europeo y cuya escuela continuó otro revolucionario como jugador y como técnico, Johan Cruyff, mientras que en América podemos hablar de César Luis Menotti quien recuperó la esencia del futbol argentino para sacarlo de años de mediocridad y conseguir una Copa del Mundo, sin olvidar que en muy poco tiempo el propio Menotti revolucionó al futbol mexicano y le ayudó a dar un salto de calidad en un trabajo que duró dos años, de 1991 a 1993.

Junto a Menotti, podemos hablar de Bielsa con su trabajo en juveniles y en la selección chilena a la que dotó de una gran dinámica para modificar un estilo de juego técnico pero muy lento, con su revolución Chile tomó un gran protagonismo regresando a las Copas del Mundo https://www.youtube.com/watch?v=uNIUDNrQVuM, siendo muy competitivo en ellas y vivió sus mejores años ganando dos Copas América antes que la imposibilidad de un cambio generacional regresara a los andinos a lugares de acompañamiento en Sudamérica. Además de Menotti, en México también han existido los técnicos revolucionarios y uno de ellos no pudo acabar su obra en el América de la 94-95: El neerlandés, Leo Beenhakker quien construyó un cuadro espectacular, que ganaba, gustaba y cuyos movimientos en la cancha poco se habían visto además de que tuvo la personalidad para apostar por un joven talentoso que iniciaba su carrera, pero que sin la visión de Beenhakker, tal vez no hubiera explotado de la forma en la que lo hizo: Cuauhtémoc Blanco https://www.youtube.com/watch?v=Rpkdl_PWDUI&t=448s. Sin duda alguna, otro revolucionario es Ricardo Antonio Lavolpe con su Atlas de los 90 creado a partir del talento de jóvenes jugadores https://www.youtube.com/watch?v=8LsDvcE1Vcw.

Con estos ejemplos podemos llegar a rasgos distintivos de los técnicos revolucionarios: Aquellos que generan cambios en las estructuras de sus equipos para sorprender o que son capaces de dotar de más dinámica a una selección, también están los que se atreven a poner a los jóvenes para plasmar una idea de juego. En la actualidad además de Bielsa, que sigue revolucionando, podemos hablar de Pep Guardiola, Thomas Tuchel o Julian Nagelsmann a nivel de clubes, mientras que en selecciones debemos colocar a Roberto Mancini con su Italia campeona de Europa, desarrollando un juego más vistoso sin olvidar los rasgos distintivos del futbol italiano, y al seleccionador español, Luis Enrique.

La selección española, subcampeona con mucha polémica de la Liga de Naciones de Europa, y semifinalista de la última Eurocopa https://www.youtube.com/watch?v=LwdN0TsAIio, mantiene la idea de la posesión de la pelota, pero en poco tiempo Luis Enrique Martínez ha creado un equipo de autor que es muy dinámico, porque tiene mucha movilidad, porque no juega con la referencia de un nueve fijo y en algunos partidos la responsabilidad recae en Ferrán Torres, en otros en Mikel Oyarzabal o en otros en Pablo Sarabia con lo que ha retomado la idea del “falso 9”, pero sobre todo porque este equipo de autor destaca por su juventud. Un grupo de jugadores que en promedio tiene 25 años, cuyo jugador más veterano, Sergio Busquets (reconocido como el  mejor del Final Four de Italia), tiene 33 y en el que se le da galones a Pedri, de 18, para la Euro, o a Gavi, de 17, para este final four. Luis Enrique ha suplido bajas como las del propio Pedri o la de Dani Olmo con futbolistas como Gavi o como Yeremí Pino que otro seleccionador no se hubiera atrevido a llamar, además de darle continuidad e importancia a los subcampeones olímpicos como Unai Simón, Mikel Merino o el propio Oyarzabal, eso también es revolucionar y para ello a Luis Enrique no le ha temblado el pulso o incluso no le ha importado chocar con la prensa española; con su trabajo, España ha recuperado las señas de identidad del estilo que lo llevó a dominar Europa y con un equipo muy joven frenó la racha italiana a pesar de jugar en la casa de la “azurra” y metió en predicamentos a la campeona del mundo, esperando que estas experiencias permitan consolidar el proyecto en los próximos meses.

Unos cambian esquemas, otros dotan de mayor dinámica a sus equipos y otros apuestan por la juventud encontrando resquicios que sólo ven ellos para no sólo debutar sino para darles importancia a los nuevos jugadores. En ninguna de estas características encaja Gerardo Martino muy cómodo en México, en el mundo de CONCACAF, en su esquemático 4-3-3 al que ayer ante Honduras se atrevió a dar un matiz al ingresar a Sebastián Córdova en el mediocampo https://www.youtube.com/watch?v=0SR9SVqewCw. Hasta el momento, Martino no ha cambiado la dinámica del tricolor, no ha apostado por los jóvenes y su equipo sigue restringido a ese 4-3-3. Cuando los jilgueros de siempre vuelvan a decir que Martino es un “revolucionario”, usted ya tiene una lista de técnicos que verdaderamente han revolucionado a sus clubes y a sus selecciones para no caer en el garlito. Gerardo Martino con su trabajo al frente de la selección mexicana de futbol no puede ser considerado como un revolucionario del futbol.

 

@abascal2 

El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal