El arribo de Enrique Doger Guerrero a la Cuarta Transformación nos recuerda el facilísimo con el que la clase política supone que la sociedad es estúpida, desmemoriada e ignorante.

Y de paso nos permite ver la falta de congruencia de gente en el Movimiento de Regeneración Nacional, como Ignacio Mier y Carlos Evangelista, que con dificultad verborréica explican la llegada de la nueva ficha tricolor con nuevo ropaje de color guinda.

La nota menos vistosa en esta coyuntura es la salida de Doger Guerrero de un partido en el que dirige tras bambalinas su compadre, Javier Casique, el poblano más cercano a Alejandro Moreno, líder nacional del partido en vías de extinción que vio una oportunidad de oro para sobrevivir políticamente ante el evidente rechazo de la sociedad, al aliarse con la derecha panista.

El oportunismo de Enrique Doger se evidenció desde medio día de lunes cuando comenzó a bajar los tuits cuya dureza lo distinguieron como uno más de los amlofóbicos y de los que aún conservan capturas de pantalla para quien los quiera repasar.

“No te dejes engañar: votar por #AMLO es un peligro para el país. Analicemos nuestro voto, promovamos un #cambioseguro” decía unos de los mensajes en la red social que ya borró por la conveniencia política de la coyuntura.

Esas son las prendas del nuevo derechairo ex rector que utilizó dagas hirientes para argumentar contra el tabasqueño que ahora es Presidente de México.

Muestras declarativas del neomorenista abundan. A los colegas de El Sol de Puebla les vaticinó un fracaso como país si es que el líder de la Cuarta Transformación llegaba al poder en la histórica elección de 2018.

En 2020, el todavía priista promovía en redes una contracampaña por el informe de López Obrador: “en el segundo informe del presidente @lopezobrador_ no se presentan resultados positivos, no hay avances, por el contrario, sus acciones han resultado en retrocesos #LaRealidadEsOtra”.

Trece meses después, desahuciado políticamente, ya sin las mieles del dinero y poder de los que dispuso como rector y ex presidente municipal -y hasta sin chofer para conducir su camioneta Suburban de color negra-, organiza participa de asambleas para la defensa de la 4T en la capital, junto con su socio y cómplice: Ignacio Mier, coordinador del rebaño legislativo en San Lázaro.

El mismo legislador que posee vasos comunicantes con el prófugo Antonio Martínez Fuentes a través de la diputada local encarcelada, Sandra Nelly Cadena y su esposo, el ex policía federal, Jesús Portilla por traficar armas de grueso calibre como la Barret calibre .50.

Tan cuestionable la presencia de Doger en la 4T por sus antecedentes públicos, como la foto con Martha Erika Alonzo en septiembre de 2018 como la de Mier y su lamentable papel cuando con torpeza intentó una defensa de Saúl Huerta, el ex diputado federal que enfrenta acusaciones de abuso sexual contra menores desde abril de este año.

Esos son los nuevos cuadros del partido del presidente que se ha vendido como la “esperanza de México”.

 

@FerMaldonadoMX

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado