24 Horas Puebla

El mirreynato de Albizuri

La idea de construir un parque acuático en la zona de Amalucan fue concebida en buena medida por el “genio creativo” de un exfuncionario del gobierno de Antonio Gali, a quien nadie puede encontrar: Xavier Albizuri.

No era exactamente el ejemplo de experto en aplicación de políticas públicas para la sociedad en general, sino el símbolo de un periodo frívolo y clasista.

A nadie de quienes participaron en la reunión para idear la construcción de la “playa de Amalucan” se les olvida la expresión del exfuncionario, llena de desprecio para la gente de aquella zona y que buscaba evitar que los sectores de Amalucan llegaran a la zona de Angelópolis, considerada zona exclusiva para los “mirreyes” poblanos.

Ahora con Eduardo Rivera, esa “playa” será una fuente para el parque por lo que la herencia del galismo tenderá a desaparecer.

¿Será?

 

Altruismo sin adjetivos

La asociación civil Donadores Altruistas de Puebla (DAP) realiza auténticos esfuerzos por atender a sectores vulnerables de Puebla, sin fines de lucro desde hace 10 años.

Luego de todo ese tiempo, el próximo jueves DAP iniciará la construcción de su propio espacio en la Calle de la Niñez #1007, en Concepción la Cruz, lo que refleja un paso firme en el largo camino altruista.

¿Será?

 

Evangelista, como novia de pueblo

El diputado de Morena e integrante del buró político de ese partido, Carlos Evangelista, se quedó así, vestido y alborotado cuando abrió la puerta al priista Enrique Doger para su incorporación a la 4T.

Doger Guerrero, que de inocente no tiene nada, dijo la mañana de este martes que con Morena nada, pero sí con su amigo y socio, Ignacio Mier, pastor del rebaño legislativo en San Lázaro.

Lo progre no se le nota aún a Doger, pero la ingenuidad política de Evangelista es descomunal.

¿Será?

 

¿Y Néstor?

Segunda llamada, segunda.

El dirigente del PRI poblano recibió un cachetadón político cuando el exdiputado federal recriminó que haya otros priistas que hicieron campaña, pero no para el tricolor.

Néstor Camarillo ni cuenta se ha dado que, de él, se dicen cosas tremendas.

¿Será?