La historia de quien fue operador de la fallecida Martha Erika Alonso, exdiputado federal por el PRI, Víctor Hugo Islas Hernández, detenido en dos ocasiones en las últimas horas acusado de los delitos de falsedad y violencia familiar, no es nueva.
La purga que enfrenta ante autoridades ministeriales no es sino la continuación de una simbiosis desde los inicios de las clases dominantes y sus integrantes: sexo y poder.
Existen amplios, profundos y prolijos ensayos sobre la conducta de hombres y mujeres encumbrados frente al mundano desafío de la tentación y los apetitos inconfesables, que se resumen en una oración expresada por un personaje central en una espléndida obra televisiva sobre ciencia política, Frank Underwood (House of cards): “Como un gran hombre dijo: todo es acerca del sexo. Excepto el sexo. El sexo es acerca del poder”.
Quien también llegó a ser delegado del Comité Ejecutó Nacional de su partido en diversos estados del país fue proveedor y arquitecto del encumbramiento político de quien ahora lo tiene tras las rejas, la diputada local por el Partido Acción Nacional, Aurora Sierra.
Jugó mal sus cartas. El viejo lobo de la política que trató por lo menos con los últimos seis gobernadores de Puebla no entendió que la correlación de poder había cambiado para colocar a quien fue consorte en una escala diferente. Terminó por pagar una costosa factura.
No es el único miembro de la clase política en perder el equilibrio frente a las mieles del poder, que marean y nublan el instinto.
Quien había sido operador estrella del morenovallismo, Eukid Castañón Herrera, vicecoordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, también perdió la cabeza por una mujer de nombre Sagrario del Carmen Montiel, prófuga de la Fiscalía General del Estado. En un alarde de poder, amedrentó a sus víctimas de llevarlos al “valle de las calacas” si no cedían los derechos de una vivienda ubicada por el rumbo de Chapulco, y ahora ya sabemos en dónde está desde hace un año y seis meses, acusado inicialmente del delito de extorsión y ahora enfrenta imputaciones como falsedad de declaraciones, enriquecimiento y manejo de recursos de procedencia ilícita.
En esa misma lógica se encuentra el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz, que por estos días se promueve como el promotor del desarrollo estabilizador de la BUAP, de cara a su último informe, el próximo lunes.
En torno de la figura del funcionario universitario existe una enorme extractiva. Sobre él pesan acusaciones de manejo irregular de cuantiosos montos del erario universitario y encubrimiento de una mujer con quien estableció una relación privada, llevada al plano público y de poder.
Se trata de María Isabel Martínez Hermoso, que como Sagrario del Carmen Montiel, anda a salto de mata para evitar ser aprehendida por la FGE. Por mucho, es pieza clave en el entramado de lavado de dinero y está por tirar a Esparza en el ocaso de su rectorado.
La revista digital psyciencia.com publicó un ensayo en 2019 sobre la relación que existe entre el poder y el sexo. Ahí están los orígenes para entender por qué no todos están probados para resistir la fuerza del poder y sus encantos.
En el sótano…
El exaspirante a la candidatura del PAN a la presidencia en San Andrés Cholula, Raymundo Cuautli, dijo al autor de la columna que con Alejandro Armenta, el senador de la República, ni a la esquina, que los proyectos de ambos van por caminos diferentes. Nada los une, pues.
@FerMaldonadoMX
parabolica.mx escribe Fernando Maldonado