Originario de Ahuehuetitla, distrito de Acatlán de Osorio, una zona rural de la Mixteca poblana de no más de 3 mil habitantes, Alex Arriaga es uno de los siete hijos de una familia campesina, cuyo seno abandonó para migrar a los 17 años a la capital poblana e ingresar a la BUAP. Egresado de la Ingeniería en Ciencias de la Computación, de la Facultad de Ciencias de la Computación, con la distinción Cum Laude por su tesis “Generador de ciudades virtuales mediante autómatas celulares: Un enfoque desde los sistemas complejos y auto-organizantes”, hoy es parte del equipo de una de las empresas más innovadoras del mundo: Amazon.
-¡Cuando la BUAP me aceptó, para mí fue una ventana a otro mundo!- expresa.
Tras desempeñarse en el área de consultoría de Base22 SC, una empresa privada en Monterrey, Nuevo León, donde obtuvo el Base22 Founders Award, un reconocimiento a quienes van más allá y aportan un conocimiento y un valor extraordinarios a la empresa, Alex Arriaga fue contratado por la firma estadounidense, luego de resolver una serie de entrevistas que acreditaron sus competencias profesionales.
Hoy se desempeña como Front-end Engineer, en la División de Ingeniería y Marketing, de Amazon Web Services, en Seattle, WA, Estados Unidos, donde desarrolla proyectos especializados en los que utiliza estándares para la Web, así como aplicaciones para Internet. Allí disfruta hacer accesible estos sitios a personas con deficiencia visual o auditiva (Accessibilidad Web), áreas en las cuales cuenta con experiencia técnica y con certificaciones técnicas de Oracle e IBM.
Para él, Amazon Web Services es una de las empresas más innovadoras que existen en la actualidad y su formación universitaria en la BUAP le ha permitido ser parte de ese equipo, al dotarlo de la capacidad de aprendizaje y de adaptación al cambio, pero también de valores como la inclusión y la empatía social. Y en este camino fundó la empresa de educación tecnológica Webtraining World, para capacitar a usuarios en la red de competencias laborales de manera gratuita.
“En casi todas las materias de mi ingeniería se exige un proyecto práctico, uno tiene que aprender muy rápido, vemos diferentes proyectos, lenguajes, nuevas herramientas, hay que hacer síntesis de temas complejos y ponerlo en práctica. Todo esto lo desarrollé en la universidad y lo complementé en la práctica profesional”.
Para Alex Arriaga, quien siendo estudiante ganó, junto con un compañero, el primer lugar en la categoría LEGO del Concurso Nacional de Minirobótica, en su edición número 13, y fue candidato al Premio Nacional de la Juventud 2008, el fundamento de una universidad es brindar herramientas al estudiante para que construya su propio camino, y la BUAP lo cumple con creces.
-A la BUAP le debo todo, así de simple. Tenía una beca académica que me ayudó mucho a sostener mis estudios. Es maravilloso que exista una universidad pública, en México, que nos da la oportunidad de estudiar a gente como yo, de familias con limitantes económicas -dice mientras sonríe, apacible, desde la pantalla de su computadora.
Miles de kilómetros lo distancian de su barrio San Isidro, en su natal Ahuehuetitla, una pequeña comunidad enclavada en una de las regiones más pobres del estado: la Mixteca, donde, insiste, se sufre, pero se aprende: “Yo trabajé cultivando la tierra, desde chiquito. Los valores familiares son ‘si quieres algo, hay que trabajar’; no hay distinción en géneros, hombres y mujeres por igual. Eso fue primordial y se lo agradezco a mis padres”.
Hoy se describe como un apasionado en la creación de experiencias Web que mejoren la calidad de vida de las personas. La inclusión y empatía social, aprendidas en la BUAP, lo llevan a realizar actividades de mentoría para diferentes comunidades de habla hispana, a participar activamente en proyectos internacionales de código abierto y a mantener la amistad enriquecedora de amigos de India, China, México y Estados Unidos, quienes, como él, van sembrando valores.