Con porras aplausos, vivas y la banda tocando “El muchacho alegre”, despidieron a “El Niño de Oro“; montador de 15 años que murió durante un jaripeo en Atlixco, cuando su espuela quedó atorada y fue arrastrado y pisado por el animal.

Su padre aseguró que no demandará a nadie, que el gusto de su hijo era ser montador, por lo que desde los 12 años dejó la escuela para dedicarse a cumplir su sueño en las grandes plazas del jaripeo.

“Hoy despedimos a un grande, que se oiga fuerte: ¡Qué viva “El Niño de Oro, viva!”

Amigos y familiares lo acompañaron a su última morada, también su palomilla de montadores, quienes colocaron un sombrero blanco sobre su ataúd, mientras que algunas mujeres caminaban abrazando sus fotografías en las que aparecía jineteando.