El 12 de diciembre de 2017, el periódico La Jornada de Oriente publicó que dos integrantes de la empresa de seguridad privada de Alejandro Santizo, Tecnología de Protección Intramuros (TecPro), cuyas oficinas se encuentran en Circuito Juan Pablo II, eran responsables del robo a dos residencias en el fraccionamiento La Vista Country Club.

Ese parece ser el sino del mando policiaco detenido el sábado 19 de noviembre en Tecamachalco, como presunto responsable de la matanza de tres agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado.

Sin embargo, de acuerdo con el periódico Cambio en su edición del martes 16, la incidencia delictiva con Santizo al frente de la policía municipal había bajado un 11 por ciento en el primer mes de la gestión del edil y socio de ese medio, Ignacio Mier Bañuelos.

Alegres, las cifras contrastan con el historial policial del mando detenido la víspera en el Triángulo Rojo por su presunta participación en la ejecución de tres agentes investigadores, junto a otros elementos policiacos municipales.

Datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública establecían que entre 2014 y 2017, al frente de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en la capital, los eventos delictivos se dispararon a 95 mil 200.

El ahora detenido había sido responsable de Seguridad Pública en la capital bajo el gobierno de Luis Banck, quien terminó por echarlo a la luz de un conjunto de abusos y vínculos con grupos delictivos en la capital de Puebla.

En 2018, ante el ocaso del poder del Partido Acción Nacional en el territorio, el imputado buscó un acercamiento con el senador Alejandro Armenta Mier.

Era el tiempo de la euforia casi general por el arribo al poder de un partido diferente al PRI y PAN en el país y una multiplicidad de oportunistas buscaba conseguir un espacio en la llamada 4T.

Alertado del sospechoso perfil que había tocado la puerta del poderoso presidente de la Comisión de Hacienda, decidieron cerrarle con cerrojo y nunca más lo recibieron en las oficinas del fraccionamiento Vista Hermosa, en la capital.

Aún con la leyenda negra a cuestas, en la que aparecen figuras como el exsecretario de Seguridad detenido en Estados Unidos, Genaro García Luna; su jefe del Estado Mayor, Facundo Rosas Rosas, echado en Puebla por la detención de Marco Antonio Estrada y Tomás Méndez Lozano, detenidos por su presunta complicidad con los huachicoleros; y por los excesos ampliamente documentos, el presidente del municipio de Tecamachalco le abrió la puerta.

Finalmente, Alejandro Santizo encontró un resquicio para colarse en Morena, con un altísimo costo para sus contratantes.

La naciente gestión municipal de Mier Bañuelos vive lo que será la peor crisis política y ya alcanza al jefe del clan familiar, Ignacio Mier Velazco, aspirante a la gubernatura de Puebla en 2024.

Demasiado costosa la contratación de un mando policiaco marcado por la ineficiencia y el historial de abusos cometidos a su paso por el servicio público en la capital.

El trabajo de contención política, a la luz de la impericia mostrada previamente en otros escándalos recientes que envolvió a la familia, tendrá el mismo resultado: el desprestigio.

 

@FerMaldonadoMX

Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado