Mucho ruido y pocas nueces
Desde el jueves de la semana pasada comenzó a correr fuerte el rumor de una eventual salida de Ricardo Velásquez Cruz, de la Consejería Jurídica del Gobierno del estado.
Lo cierto es que al lunes de esta semana, el magistrado con licencia seguía en Casa Aguayo desempeñando sus funciones como todas las semanas.
Los anticipados deberán esperar, si es que antes no les ganan las ansias y sus agendas propias.
¿Será?
El magistrado, magistrado se quedará
Si Velásquez Cruz sigue en su cargo, hasta ahora, entonces tampoco es muy probable que el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez, vaya a ser invitado al gabinete del Ejecutivo.
La encomienda que tiene en el Poder Judicial y el pasado que lo persigue (todo Puebla sabe lo que hizo en el gobierno pasado) lo hacen un actor muy confiable ante los ojos de la 4T.
¿Será?
Dos de tres
El edil de la capital, Eduardo Rivera Pérez, trae buen récord electoral, pues de tres competencias en las que ha estado inmerso, sigue invicto.
Primero ganó la interna panista para ser candidato a presidente municipal, en donde venció a la resistencia del grupo de Genoveva Huerta; y la segunda, cuando obtuvo la victoria electoral en la que se midió frente a Claudia Rivera, la morenista que un día soñó con la reelección.
La tercera ocurrió el domingo cuando la candidata a la reelección en la dirigencia del PAN volvió a morder el polvo. El presidente municipal está encanchado.
¿Será?
Y el presidente, ¿apá?
Han pasado más de 48 horas y el presidente interino del Comité Estatal del PAN en Puebla, Jesús Giles Carmona, ha evitado salir a reconocer la derrota de su candidata a la dirigencia en la que lo impusieron, Genoveva Huerta.
Es probable que se le haya ido internet, pues ni un tuit puso en su cuenta personal, a la que es tan proclive, y en la que se ha mostrado siempre.
¿Será?
Las trampas azules
La candidata perdedora en la interna panista sigue sin reconocer que perdió. Fiel a su forma de conducta, Genoveva Huerta acusó anomalías por lo que se resiste a admitir que la mayoría panista ya no la quiere.
¿Será?