El respeto mutuo, reformar el tejido social, hacer comunidad e imprimir en la praxis el espíritu humanista, son algunos de los valores que destaca de los universitarios BUAP, Estefanía Rodríguez Sandoval, estudiante de la Maestría en Ciencias Políticas, quien no duda en llamar a esta institución su casa: un lugar donde se formó desde la preparatoria y le brindó las herramientas para enfrentar retos en su vida; entre estos, ser diputada de la Sexagésima Legislatura local, donde presidió la Comisión de Derechos Humanos, cuando aún no cumplía la edad de 30 años.
Entre otros logros de su quehacer legislativo en Puebla destacan la aprobación del matrimonio igualitario y el reconocimiento a la identidad de género autopercibida. “Es algo de lo que me siento muy orgullosa, porque además fui testigo de las primeras actas de nacimiento que reconocían su género a miembros de la comunidad trans”, expresa Estefanía Rodríguez, quien señala que la BUAP impulsa en sus estudiantes la cultura del esfuerzo y fortalece valores para construir una mejor sociedad.
En las aulas, tanto de la Preparatoria Enrique Cabrera Barroso, como de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Estefanía Rodríguez escuchó a sus profesores, quienes la ayudaron a forjar un razonamiento crítico. La interacción dentro de la comunidad universitaria fueron sus primeros pasos para acercarse a temas sociales y a colectivos.
“La preparatoria representó para mí un cambio importante; ahí me convertí en una persona adulta, responsable y solidaria. Entre mis compañeros siempre nos alentamos a hacer algo para cambiar nuestro entorno y ese sentimiento de vernos no como individuos, sino como sociedad, fue decisivo para mí. Nuestras charlas como amigos también me orientaron para acercarme a las ciencias sociales”, recuerda la exlegisladora y actual estudiante de la Maestría en Ciencias Políticas, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP.
En 2010 Estefanía Rodríguez egresó de la prepa Enrique Cabrera e ingresó a la carrera en Ciencias Políticas de la BUAP, una opción que se ajustaba a sus intereses en lo académico, la investigación y el activismo.
Rodríguez Sandoval, quien se involucró en grupos como #Yosoy 132 y Movimiento por la Paz y la Justicia, refiere que sus profesores le reforzaron la parte académica y social, conjugando conocimiento y realidad: “Los conceptos se empataban muy bien para cuestionarnos qué sucedía allá afuera y qué pasaba en el estudio de la sociedad. Eso fue impactante, contrastar realidades y no quedarme nada más con lo visto en las aulas”.
Al concluir la Licenciatura en Ciencias Políticas buscó poner en práctica todo lo aprendido, y eso dio pie para que se vinculara con un partido político, donde inició como brigadista en 2016-2017. Para 2018 se dio la transición del poder en el país y ese cambio le dio la oportunidad de ser parte de la escena política en Puebla, a través de una curul en la Sexagésima Legislatura local.
“Sabía que era una responsabilidad muy grande, pero la formación en ciencias políticas me dio un panorama de lo que era estar ahí y aunque no es un requisito para ocupar una diputación, la verdad es que sí me ayudó muchísimo mi aprendizaje en la licenciatura y aunque fue todo un reto, pude con ello”.
“Los derechos son para todos”
Estefanía Rodríguez no tenía 30 años cuando presidió la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso del Estado. Esto no fue impedimento para que destacara en su desempeño como funcionaria pública, muchas veces incluso en contra de los intereses de su propio partido, pero siempre a favor de las demandas de grupos ciudadanos, colectivos y organizaciones de la sociedad civil que la cobijaron.
Entre los temas que incluyó en su agenda de trabajo estaba la despenalización del aborto y aunque se impulsó una participación activa a través de foros y parlamentos en los que se discutieron opiniones a favor y en contra, en Puebla no se aprobó esta iniciativa.
No obstante, el trabajo con otros colectivos continuó y la siguiente batalla se perfiló a favor del matrimonio igualitario: “Tras una discusión dentro del Congreso se votó en contra de la ley, algo en lo que estuve en desacuerdo. Posteriormente se da una acción de inconstitucionalidad por parte de la Suprema Corte de Justicia en contra del Congreso local, esto gracias a la presión social, y así, un poco a regañadientes, se aprueba el matrimonio igualitario en Puebla”.
De forma paralela, el reconocimiento de las personas transgénero para que tenga su nombre como ellas se perciben fue otro tema que se mantenía en pugna. Estefanía Rodríguez había sostenido reuniones con la comunidad trans; sin embargo, esta iniciativa se mantuvo rezagada en medio de la pandemia, pero la demanda se logró reposicionar en el poder legislativo gracias a la presión mediática y social, para que finalmente se aprobara el reconocimiento a la identidad de género autopercibida.
Estefanía Rodríguez terminó su función legislativa, pero su contribución continúa, siempre de la mano de los colectivos y de la sociedad organizada. En esta tarea reconoce la importancia de la profesionalización, por lo que regresa a su casa, la BUAP, donde cursa el segundo semestre del posgrado en Ciencias Políticas. Ahora, su tesis la realiza justamente sobre las instituciones involucradas en la búsqueda de personas desaparecidas.
“Me involucré con las familias de las personas desaparecidas porque a través de su colectivo caminan juntos y juntas y cada uno tiene las herramientas para generar cierta búsqueda; sentirme parte de esta colectividad me hizo comprender que tengo que seguir colaborando, porque el dolor que viven es indescriptible y lo único que puedo hacer para amortiguar ese desconsuelo es contribuir. Para mí eso es muy importante, es un tema que me deja con el corazón abierto”.