Ya no fueron todos los que estuvieron. Si acaso la presencia de dos poblanos, de la larga lista de quienes por conveniencia, fueron fieles a la maestra Elba Esther Gordillo Morales que este fin de semana casó con su abogado Luis Antonio Lagunas.
Invitados a la ceremonia por el civil y religiosa, Ramón Fernández Solana, ex dirigente de Fuerzas Sociales Progresistas y Cirilo Salas Hernández, ex dirigente de la sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
La boda de la poderosa ex dirigente magisterial estuvo marcado de simbolismos. Originaria de Chiapas y su consorte de Guerrero, decidió contraer nupcias en Oaxaca, asiento de la combativa disidencia magisterial, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La celebración de las nupcias tuvieron como sede el tradicional barrio de Santo Domingo, a unos minutos del sitio en el que habita otra de los acérrimos adversarios, el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, padre del actual mandatario.
Ausencias notables, la del empresario veracruzano duartista, radicado en Puebla, Othón González Ruiz y los legisladores por Nueva Alianza y Morena, Guillermo Aréchiga Santamaría y Héctor Alonso Granados, respectivamente, entre muchos otros.