Las últimas tres semanas no ha habido otro tema nacional que el enfrentamiento del presidente AMLO contra sus detractores de todos los ámbitos: Periodistas críticos, oposición, funcionarios del INE y de otros organismos autónomos, y una buena cantidad de odiadores de su régimen en redes sociales, fundamentalmente en Twitter.
Los opositores ven la oportunidad de restarle simpatías y que eso finalmente se vea reflejado en una disminución de su aprobación social, pero fundamentalmente para preparar un estado de opinión adverso para 2024. No pocos de sus críticos lo dicen abiertamente: Hay que derrotar a Morena y quien sea que fuere su candidato (a) y desde ahora tienen todas sus energías dirigidas a ese objetivo.
El problema para los opositores es que el ambiente de polarización es justamente lo que llevó a él y su partido a ganar en forma contundente las elecciones de 2018. A López Obrador le hacen falta enemigos a los cuales combatir, denostar, enfrentar. Y todos caen puntualmente. Las redes sociales, específicamente, se han convertido en el enfrentamiento cotidiano entre enemigos irreconciliables a favor y en contra del presidente.
La ola de críticos y opositores provocó que resurgiera un movimiento de simpatizantes obradoristas justo cuando le hace falta al presidente, que es el tiempo previo a la consulta popular de revocación de mandato, que será la primera gran prueba para ver si sus huestes efectivamente lo siguen respaldando en forma multitudinaria. Desde luego, pienso que no acudirán millones a esa consulta y no porque AMLO no tenga millones de simpatizantes, sino porque es una votación que a la gente no interesa demasiado y los mexicanos de por sí no somos afectos a salir a votar en masa.
A ver si el despertar de los llamados “amlovers” hace que vaya más gente a la mentada consulta popular.
La segunda gran prueba para medir el ánimo pro-Morena serán las 6 elecciones constitucionales en 6 estados en junio próximo. Ahí sí se verá el ánimo partidista a favor o en contra del partido del presidente. Ya se verá.
La madre de todas las elecciones ocurrirá en 2024. Ahí comprobaremos si la gente apoya o no al presidente y a su candidato. Todo hasta ahora serán experimentos.
¿Crecerá el antilopezobradorismo y Morena perderá la Presidencia de la República? No, si hoy fueran las elecciones. Desde luego ya no ganaría Morena por más de 10 puntos porcentuales, pero ganaría. El detalle es que hoy no son las elecciones. En dos años y medio van a seguir pasando cosas. Pero si los enemigos del presidente siguen uniendo a sus fieles seguidores, creo que en 2024 aún tendrán malas noticias y habrá gobierno federal de Morena al menos un sexenio más (no creo que más, la verdad).
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