Al azoro por el homicidio múltiple de diez personas ocurrido hace 20 días en Atlixco, siguió el asombro por la rapidez con la que la Fiscalía General del Estado de Gilberto Higuera Bernal dio por terminado el episodio que puso a Puebla en la conversación nacional y a la 4T en un nuevo debate por el crimen que azota a diversas regiones del país, sobre todo Zacatecas y Michoacán.

Al cúmulo de datos duros que el servidor público dejó correr en poco más de 9 minutos de video enviado a los medios, también debe caber la duda razonable sobre la capacidad de organización y fuego de los tres individuos a quienes se les imputa la autoría material de la muerte de diez víctimas, entre ellas una adolescente.

Según la relatoría de Higuera Bernal, derivado de un dictamen tras el estudio de los videos captados por cámaras en la zona, Aldo, Brayan (sic) y Luís Alfonso N., ingresaron en dos momentos diferentes al inmueble en donde se produjo el ataque armado contra diez personas que derivó la matanza de 9 y una más, en un hospital.

Fue en el número 311 de la calle 27 Poniente de la colonia Francisco I. Madero de ese municipio a las 16:62 de ese 8 de marzo que ingresaron para luego salir un minuto después, caminando y sin aspaviento alguno.

Nadie les marco el alto, nadie se detuvo a ver si en realidad se trataba de un conjunto de personas que más tarde cometerían un crimen de esa dimensión. Entraron y salieron como Juan por su casa.

Esa sola circunstancia sugiere que los responsables de la ejecución formaron parte del círculo de amistados de las personas asesinadas.

Pasaron casi dos horas y media, cuando a las 19:28 retornaron para cumplir con el cometido: la limpieza con de toda la familia, llegada de Veracruz. Según el parte proporcionado por el Fiscal, salieron del inmueble a las 19:37, ya con la prisa que impone haber cometido un crimen de gran impacto.

Al grupo de matanceros les llevó casi 9 minutos matar a diez personas (ya se dijo que una de ellas murió un poco después por al menos cuatro impactos de bala, uno de ellos en la cabeza). Una víctima por minuto, a quien le dieron el tiro de gracia.

Existen lagunas en el informe del titular de la Fiscalía General del Estado. En un escenario hipotético las diez víctimas estuvieron lejos de pelear por su vida, aún y cuando la superioridad numérica era de tres a uno.

Cada uno de los muertos (siete hombres y tres mujeres) debió entregarse sin oponer resistencia para ser victimado por los ejecutores sin más resistencia en un ámbito como el del narcomenudeo en el sus miembros suelen ser curtidos a base de golpes, enfrentamientos y sangre.

El hallazgo de cartuchos 7.62, elaborados para armas de asalto estándar entre países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte entre los aseguramientos no deja lugar a duda. Se trató de un grupo delictivo de mayor dimensión.

Y es que en el mercado negro de las drogas duras, el del cristal es más lucrativo que la marihuana. Mientras en el primer caso una dosis llega a costar mil 200 pesos, un cigarro de hierba es de entre 25 y 50 pesos. La lógica del mercado impone las reglas.

 

@FerMaldonadoMX

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado