24 Horas Puebla

¿Y la CTM?

El monopolio de la representación obrera que durante décadas ostentó la Confederación de Trabajadores de México parece haber recibido la extremaunción este 1 de Mayo.

Y es que si antes acaparó ceremonias y desfiles conmemorativos del Día Internacional del Trabajo en municipios, estados del país y en la capital, este 2022 fue completamente diferente.

¿Qué mala cara habrán visto los líderes de ese segmento del sindicalismo charro que ni sus luces?

¿Será?

 

La molestia

El gobernador Miguel Barbosa no tuvo empacho en recordar el enojo que lo envolvió cuando por un capricho (u ocurrencia), Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, hizo que Claudia Rivera Vivanco pretendiera reelegirse.

Algo tendrá de razón, pues el resultado de la elección de 2021 todos lo conocen mientras la morenista vive como las bailarinas retiradas, de pura fama.

¿Será?

 

Biestro, a la palestra

Para nadie era un secreto que el ahora secretario de Trabajo, Gabriel Biestro, era el preferido de Casa Aguayo para ser candidato a la presidencia municipal, hasta que la nomenclatura de Morena se lo impidió.

Desde que fue designado titular de Trabajo no había tenido una aparición tan notoria como la de este domingo 1 de mayo, como orador de la conmemoración de los Mártires de Chicago, en donde destacó que con Andrés Manuel López Obrador y Miguel Barbosa se dejó atrás el neoliberalismo.

¿Será?

 

Casa Puebla, casa de los poblanos

El gobierno de Miguel Barbosa ha dado muestras de modificar estructuras y usos y costumbres de la política, desde que en su toma de posesión advirtió que al poder se le quitaría la fatuidad.

Ha sido consecuente en diversas etapas del gobierno de la 4T en Puebla, sin embargo tal vez el de mayor simbolismo haya sido el de quitar al poder el uso y disfrute de la clase política de Casa Puebla, transformada en sitio de recreo para poblanas y poblanos.

Esa mansión ahora está convertida en fuente de historias, mitos y leyendas, puesta al escrutinio de quien desee visitar sus rincones. ¡Adiós a la fatuidad!

¿Será?