Los jóvenes estudiantes del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec que en 2012 se desvanecieron por el intenso sol en la vía pública, sin asistencia médica, han crecido.

Habrá un vago recuerdo del pasaje ignoto de ese tramo de la historia que no fue difundido. Por conveniencia o temor de convertirse en blanco de la ira de los poderosos de hace una década, se guardó un silencio cómplice desde los medios.

La particularidad de la época tiene que ver con un desdén desde el gobierno del estado, bajo la tutela del Partido Acción Nacional. La puesta en escena de la batalla de aquel 1862 fue atestiguada por el presidente de la República.

Sin ningún miramiento, decidieron detener el desfile cuando el tiempo de exposición al sol y la falta de alimento produjeron deshidratación y fatiga en los muchachos, a quienes acompañaba la ilusión de pasar frente a las principales autoridades.

Muchos de los poderosos de entonces ya no están entre nosotros. Algunos de quienes aplaudieron la despótica conducta de hace una década andan por ahí, como los viejos conservadores, convencidos de que todo pasado fue mejor.

Muestra de ello, hace apenas unos días, dos de los titulares de espacios radiofónicos citaron al gobernador de esa época, ahora difunto, Rafael Moreno Valle Rosas, como el personaje que por aquellos días se vendía como el artífice de la modernización y los grandes consensos.

Uno de ellos, beneficiario hasta el hartazgo por el gobierno plutocrático, hasta se refirió en el micrófono al trazo original del desfile conmemorativo del desfile como lo había hecho en su época el difunto, cuando todo poblano que se precie sabe y entiende que la modificación de esa parada cívico-militar había sido producto de un capricho personal del mandatario aquel.

Cómo han pasado los años, dice el bolero que con tersura nos deleitó Rocío Dúrcal en 1995. Nada tiene que ver con el mágico romanticismo de la admirada artista, sin embargo.

Se trata de una revisión de la historia que ofrece panoramas vividos que sorprenden, hieren, lastiman. Hace diez años, el 5 de mayo de 2012, Puebla conmemoró el 150 aniversario de la Batalla de Puebla.

La gesta de un ejército liberal que sometió a las fuerzas invasoras apoyadas por conservadores… Celebrada por conservadores, frívolos y rapaces.

En el enorme templete colocado en el Mausoleo del General Ignacio Zaragoza estaba el expresidente Felipe Calderón, el fallecido Rafael Moreno Valle y un número indeterminado de invitados especiales, entre los cuales estaban familiares, amigos e incondicionales.

Mientras Calderón y Moreno Valle veían con desinterés a los participantes de ese desfile el 5 de Mayo de 2012, convertido en espectáculo fatuo, un empecinado librero, conocedor profundo de la historia, hablaba al pie de la cabeza de Juárez, en la entrada de la Ciudad de México, de la proeza de Zaragoza.

Era Paco Ignacio Taibo II, el terror del conservadurismo. Unas 20 personas lo escucharon atentas, sin moverse de las desvencijadas sillas colocadas en medio de la tolvanera de esa fecha en el calendario. Cómo han pasado los años.

 

@FerMaldonadoMX

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado