“Equipo con suerte”, “equipo que traicionó sus principios y se dedicó a defender”, “equipo que no merecía ganar”, son algunas de las frases que se han escuchado a lo largo del camino del Real Madrid rumbo a su décima cuarta copa europea (Champions), pero todas ellas son inexactas. El Real Madrid es el club que construyeron Santiago Bernabéu (por cierto, Florentino Pérez lo igualó con seis trofeos europeos como Presidente), Alfredo Di Stefano y Paco Gento con sus gestas en la cancha y desde entonces los relatos del cuadro merengue están asociados a grandeza, a gestas épicas, a remontadas y en pocas palabras a saber competir para ganar. Al contrario de otros equipos que necesitan de modelos de juego, de un estilo definido, (y no porque eso sea malo), el Real Madrid siempre ha sabido adaptarse para ganar, pero en específico esta versión madridista es una compilación del ADN de la institución.

Fue superado en la ida y en varios minutos de la vuelta en Madrid contra el París Saint Germain, pero el cuadro galo se petrificó al primer error y no salió vivo, fue mejor en la ida en Londres frente al Chelsea, pero un valiente equipo blue puso patas arriba el Bernabéu para encontrarse con un pase de tres dedos de Luka Modric a Rodrygo que regresó a los locales para ganar en el tiempo extra https://www.youtube.com/watch?v=781sHy_Hz8g y contra el Manchester City sufrió muchísimo pero tuvo el mérito de regresar cada golpe, de golpear cada vez que parecía que el cuadro citizen se escapaba y en la vuelta, es cierto, necesitó de dos atajadas formidables de su arquero para encontrar el mínimo resquicio, la duda de Ederson, para meter miedo y aprovechar ese miedo del rival para escribir otra página épica en su historia https://www.youtube.com/watch?v=0HqCav2bf3U.

Pero para escribir dichas páginas el Real Madrid no sólo necesitó recordar a su rica historia para lo cual las trece anteriores “orejonas” se lo recuerdan a los nuevos jugadores al entrar al club, no sólo necesitó el impulso de un público orgulloso como se pudo constatar cuando se anunció el tiempo de reposición en la semifinal contra el Manchester City, no sólo se necesita de esa pizca de suerte que acompaña a todos los campeones (alguna que Phil Foden no pudo rematar tras el esfuerzo de Militao para sacar un balón en su línea de gol); para poder eliminar a un París Saint Germain con los jugadores que tiene, al que era el campeón vigente, el Chelsea, con muy buenos jugadores y mejor dirección técnica que el rival anterior, para superar al equipazo que es el Manchester City, por cierto otra gran obra de Pep Guardiola, se necesita un argumento clave: Calidad.

Las fobias han acuñado una frase que se escucha en los estadios españoles cuando hay alguna polémica: “Así, así gana el Madrid”, pero hoy al margen de las filias y de esas fobias hay que decir que el Real Madrid no sólo gana por el peso de su camiseta, por su historia, por su público o por suerte. Gana porque tiene calidad. Algunos podrán decir que la de su guardameta Thibaut Courtois (quien debería entrar a la discusión del balón de oro) porque en cada remontada hizo alguna o varias atajadas claves que permitieron la reacción de sus compañeros como aquella con el pie a Jack Grealish que evitó el gol que mataba y colocaba a los de Guardiola en la gran final, y una vez en ella hizo varias como el balón que desvió a Sadio Mané, como el regreso para evitar el remate de Salah, o la que sacó al propio Salah en una especie de mano a mano https://www.youtube.com/watch?v=H4yStqzMRn4. A partir de ahora, Courtois  se tutea con dos arqueros que también fueron claves para otras obtenciones de la “orejona” como el tico Keylor Navas e Iker Casillas cuya historia es otra de las páginas épicas merengues: La final de la campaña 2001-2002 se recuerda por el gran gol de Zinedine Zidane que adelantó a los merengues contra el Bayer Leverkusen, en esa campaña Casillas había ido a la banca a favor del veterano César quien se lesionó en el duelo final, tuvo que entrar el de Móstoles para salvar a los merengues en el segundo tiempo y así hacer bueno el golazo del francés para sumar la décima https://www.youtube.com/watch?v=7bXAZfRTZQk. Courtois honró a la historia reciente de los merengues y puso su propio nombre con una actuación legendaria que frustró las posibilidades de un gran equipo como el Liverpool.

La victoria del Real Madrid se explica por los dos sabios del mediocampo, Toni Kroos y Luka Modric con el croata viviendo una campaña más decisiva, pero justo en la final el alemán fue clave para ayudar a salir de la presión del Liverpool, para encontrar al compañero y para asociarse con ellos, mientras que Modric dio otra cátedra de solvencia ya que la jugada del gol la inició él saliendo de la presión alta del Liverpool para encontrar a Carvajal; el Madrid ganó por el pundonor de Dani Carvajal quien ha vivido otra campaña repleta de lesiones y cuando jugó se llevó varias críticas, pero a la hora buena, secó a Luis Díaz quien era otra de las amenazas del cuadro rojo y nunca pudo pesar como sí lo hizo en el camino a la final o en las finales de Copa que ganó el Liverpool y hasta en el cierre de la Liga Premier; el Real Madrid ganó porque hay un brasileño emergente, Vinicius Junior, que se alejó de las comparaciones con Robinho ya que él sí ha sido capaz de pesar a la hora buena, de asociarse con Benzemá para aprovechar su velocidad y para aprender a decidir cada vez mejor; el Real Madrid ganó porque tiene a Karim Benzemá un auténtico jugador de equipo, que supo trabajar para Cristiano Ronaldo, aguantar críticas porque no anotaba tantos goles sin que muchos se dieran cuenta que su presencia ayudaba a la mejor versión del astro portugués, pero cuando se fue, Benzemá tomó el rol del líder ofensivo para ofrecer una Champions inmaculada.

El Real Madrid siempre se ha rodeado de los mejores y ha buscado a los mejores técnicos, pero lo que son las cosas, las Champions conseguidas en la Presidencia de Florentino Pérez han llegado con técnicos discretos (no en calidad, sino en el trato con los medios y con los jugadores), Vicente del Bosque le entregó dos, Zinedine Zidane dos y Carlo Ancelotti dos. El italiano se convirtió en el técnico con más trofeos ganados en esa labor ya que con los dos que logró con el Milán suma ya cuatro. Ancelotti es un hombre pragmático que se acomoda a las características de sus jugadores, que ha explicado que trabaja más el aspecto defensivo a través de un sistema para darle libertad a sus hombres de mediocampo y de ataque y que ha sabido crear un gran sentido de equipo lo que habla muy bien de su gestión de los egos del vestuario para construir un conjunto a pesar de que algunos se fueron borrando como Gareth Bale e Isco, dos hombres muy talentosos pero sin el afán de trabajar por el colectivo.

El Real Madrid gana porque compite como muy pocos saben hacerlo, porque no le asusta sufrir y porque está acostumbrado a ganar. El Real Madrid es el club de los Di Stefano, Gento, Amancio, de Miguel Muñoz (gloria como jugador y como entrenador), de Héctor Rial, de José Villalonga (el técnico de las primeras Champions), de Marquitos Alonso, de Raymond Kopa, de José Santamaría, de Ferenc Puskas, de Manolo Sanchís padre, de Zoco, de Amancio, de José Martínez “Pirri” y su pundonor que le llevaba a jugar lastimado del brazo o enfermo con fiebre. Es el club que no ganó por un largo período en Europa, que soportó derrotas en las finales como la de 1981 con los Camacho, Del Bosque, Carlos Alonso Santillana, Stielike, es el club de Juanito, es el de la Quinta del Buitre encabezada por Emilio Butragueño con Michel, Manolo Sanchís hijo y Martín Vázquez como escuderos enriquecida por los Hugo Sánchez, Bernd Schuster y Rafael Gordillo y que tras ofrecer páginas muy buenas se quedaron cortos en semifinales ante el PSV Eindhoven o el AC Milán, es el de Zidane, Figo, Roberto Carlos, Fernando Hierro, es el de Casillas, el de Raúl González Blanco, es el de Cristiano Ronaldo, es el de Courtois, el de Marcelo y el de Benzemá, es un club acostumbrado a ganar porque es su manera de honrar su rica historia.

Las filias y las fobias no son buenas compañeras porque nublan la visión y porque evitan reconocer la grandeza y en materia de clubes de futbol no hay forma de negar que el Real Madrid es legendario porque cuando pasen los años nosotros podremos contar que vimos a un equipo blanco anotarse remontada tras remontada cada una más difícil que la anterior y hablaremos de Courtois, de Modric, de Benzemá como nuestros padres o abuelos nos contaban de los Di Stefano y de los Gento, entre tantos otros. Honrar a la historia es el camino para seguir escribiéndola y para ingresar en el rico libro merengue.

@abascal2