La inflación cedió ligeramente en Estados Unidos en abril, un dato que nutre la esperanza de que lo peor haya pasado, aunque es apenas un alivio en un contexto de fuerte alza de precios que afecta tanto el poder de compra de los estadounidenses como la popularidad de Joe Biden.

La inflación se ubicó en 8.3% anual y aunque el dato es inferior al acumulado en un año a marzo, está igualmente por encima de lo previsto, según el índice de precios al consumo (CPI) publicado el miércoles por el Departamento de Trabajo.

El alza de precios está cerca de los máximos en 40 años que registró el mes pasado. Los precios de los alimentos tuvieron su mayor incremento a tasa anual desde 1981 (9.4%).

“El incendio de la inflación es incontrolable y los tomadores de decisión de política (monetaria) no pueden hacer gran cosa para detenerlo, a menos que frenen masivamente el crecimiento”, estimó el economista Joel Naroff.

La buena noticia es que se trata de la primera vez en ocho meses que el aumento de precios se modera, lo que alimenta la esperanza del inicio de un lento retroceso de la inflación, tras el pico de marzo, cuando se registró el mayor índice desde diciembre de 1981.

“La inflación tal vez alcanzó un máximo, pero el descenso hasta fin de año será todo menos rápido”, advirtió sin embargo Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon.

El Dow Jones perdió 1.02%, el S&P 500 1.65% y el tecnológico Nasdaq se llevó la peor parte con una baja de 3.18%. Desde su máximo de fines de noviembre, el índice referencia de los valores tecnológicos se derrumbó casi 30%.

 

LEG

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