Con la intención de atender de forma integral una de las necesidades más urgentes que ha dejado la pandemia por COVID-19: la salud emocional de las y los jóvenes, la Rectora Lilia Cedillo Ramírez colocó la primera piedra de lo que será el Centro de Apoyo Emocional y Terapia Ocupacional de la BUAP, en Ciudad Universitaria.
Acompañada de funcionarios de la institución, comentó que el aislamiento, así como la pérdida de familiares, amigos o personas cercanas, debido a la COVID-19, ha dejado secuelas emocionales considerables en los estudiantes, por lo que desde una visión integral la BUAP se dio a la tarea de atender este problema.
“Los directores de las unidades académicas lo saben bien, hay problemas emocionales en nuestros estudiantes, derivados de la pérdida de seres queridos; a esto hay que sumar el aislamiento que provocó la pandemia, por lo que una manera de tratar emocionalmente a estos jóvenes será a través de este proyecto, pionero en su área”, expresó.
La terapia asistida con animales se ha empleado como un recurso eficiente en tratamientos para rehabilitación tanto física como emocional. La doctora Lilia Cedillo explicó que este centro contará con un grupo de especialistas en atención psicológica y en veterinaria. Esta colaboración multidisciplinaria tendrá como finalidad atender emocionalmente a los jóvenes que lo requieran y a su vez abordar un problema de salud pública con los ejemplares caninos que serán rescatados de los alrededores de CU.
“Este proyecto surge a iniciativa de nuestros estudiantes; como ustedes saben, los perritos callejeros que durante la pandemia entraron a CU han sido adoptados por tutores, alumnos que los alimentan y se encargan de cuidarlos. Por eso esta iniciativa permitirá enseñarles a los jóvenes a ser responsables con todos los seres vivos con los que cohabitan y tener ese sentido humano que a veces nos hace falta”.
Por su parte, José Daniel Gámez Rodríguez, director de Infraestructura Educativa de la BUAP, informó que esta obra estará constituida por tres módulos. El primero corresponde a la estancia con 28 perreras, una bodega, almacén y dos bañeras para los canes. El segundo ya está construido, pero será remodelado para que sea un consultorio donde se atenderán a los estudiantes en el aspecto psicoemocional, con sesiones de 30 a 60 minutos. En ese mismo espacio se habilitará un área de atención para los caninos y una recepción.
El tercer módulo se ubicará a un costado del Hospital Veterinario para Pequeñas Especies y será un área abierta, donde podrán interactuar los animales con los estudiantes. Cada uno de los módulos contará con sistemas de videovigilancia, seguridad y detección de humo, agua y electricidad, entre otros implementos que permitirán a los usuarios sentirse cómodos y seguros.
Posterior a la colocación de la piedra, la Rectora Lilia Cedillo, así como funcionarios y estudiantes, disfrutaron de la presentación de diversas mascotas que forman parte del programa de Entrenamiento canino BUAP. Al finalizar su exposición, los peludos fueron premiados con un pastel y golosinas al demostrar su habilidad para sentarse, acudir al llamado y caminar al lado, entre otras conductas.