Nueve días antes de que en México se conmemorara el Día del Niño, el 21 de abril de 2021, un infante salió desaforado de un hotel en la Ciudad de México, hasta llegar con una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para acusar a un depredador sexual, según la narrativa de ese momento.
Era el diputado federal por el Movimiento de Regeneración Nacional, Saúl Huerta Corona, quien hasta antes del escándalo por su desconocido gusto por tener relaciones sexuales con niños, ostentaba una imagen similar a la de un redentor de San Francisco Totimehuacán, una de las 17 juntas auxiliares de la capital poblana.
El señalamiento directo del niño, a quien había llevado con aparentes engaños a trabajar a la Cámara de Diputados, en San Lázaro, a cambio de conseguirle un lugar como estudiante en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, lo colocó en el blanco de la titular de la Fiscalía General de la Ciudad de México, Ernestina Godoy.
Huerta Corona fue desaforado de su condición como legislador, la candidatura a la reelección le fue retirada y fue llevado a un juez para enfrentar la acusación formal, no obstante que en su momento alegó ser víctima de chantaje y extorsión.
Solícito, su coordinador Ignacio Mier Velazco, a quien recientemente también le detuvieron a su socio en una empresa periodística, Arturo N, puso un manto de protección para favorecer a su paisano y correligionario.
El 22 de abril, en medio de un escándalo de alcance nacional, desestimó que se fuera a solicitar desafuero para llevar a barandilla al presunto depredador sexual, sobre quien comenzaron a surgir múltiples acusaciones, análogas a las del menor de edad la noche de ese 15 de abril.
Ocho días después, la Fiscalía General de Justicia de la capital del país determinó que el niño de 15 años sí había sido intoxicado con etanol la noche aquella en el hotel de la colonia Juárez, en la CDMX, y como lo había dicho a los patrulleros, sí presentaba rasgos de abuso sexual.
Contra lo que de manera apresurada fue negado por Mier Velazco, el 8 de mayo del año pasado la Sección Instructora de la Cámara de Diputados inició el proceso de desafuero, que concluyó hasta el 11 de agosto en una sesión extraordinaria en la que 447 votos permitió echar de las mieles del poder a Huerta Corona.
Misma suerte corrió Mauricio Toledo, traído a San Martín Texmelucan para ser postulado a una diputación federal que tampoco pudo concretar merced de los procesos penales que se le iniciaron y que lo llevaron a refugiarse en Chile, el país de su familia.
Desde que Saúl Huerta, el presunto pedófilo que militó en Morena, fue llevado a una celda del Reclusorio Preventivo Oriente de la Ciudad de México, a la fecha apenas han transcurrido 14 meses, pero el imputado ya se encuentra en su domicilio en la Ciudad de México.
El caso de la liberación resulta del todo extraño debido al elevado número de abusos sexuales en contra de menores de edad. En mayo del 2021, el Congreso de la Ciudad de México aprobó reformas para evitar que el delito de pederastia fue imprescriptible y extendió de 17 a 24 años la pena de cárcel. ¿Quién le echó una manita al presunto depredador?
@FerMadonadoMX