En la oficina de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México debieron acusar recibo del mensaje que este sábado fue enviado desde la capital de Puebla, rumbo al proceso interno de Morena para decidir quien aparecerá en la boleta electoral de 2024.

La bofetada que el diputado de Morena, Fernando Sánchez Sasia, recibió el sábado en una reunión convocada para apuntalar a la gobernante capitalina en la competencia por la candidatura presidencial, está lejos de ser uno más de los desencuentros entre liderazgos de ese partido en el ámbito local.

Detrás esta la estructura electoral Consorcio 4T, una creatura que se convertirá en instrumento de presión para obtener candidaturas y posiciones políticas en el proceso sucesorio, bajo la dirección de un innombrable de la política nacional.

El “señor de las ligas” René Bejarano y su esposa, Dolores Padierna ya tiraron línea. Desde Puebla decidieron mandar una señal contraria a los afanes de la presidenciables de Sheimbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

No es la primera vez que las huestes del matrimonio Bejarano-Padierna revientan una reunión de quien parece la puntera en la interna de Morena, junto al canciller Marcelo Ebrard Casaubon.

En enero de 2018 Mauricio Toledo -ex diputado federal por el PT en Puebla y próximo a ser repatriado de Chile por imputaciones penales-, en ese entonces en el PRD, también reventó un evento de Sheimbaum en Coyoacán, cuando ésta competía por el gobierno de la capital del país.

Toledo y Bejarano han andado juntos desde que el segundo lo incorporó a Morena, no obstante el largo historial de cobro de moches a empresas, diezmos a trabajadores de la delegación Coyoacán y manejar grupos de choque.

A través de la estructura Consorcio 4T, extendieron su influencia hasta Puebla para dejar en claro que el apoyo del grupo no está quien parece ser la consentida del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Utilizaron como en otros episodios de la política poblana a los aliados históricos del bejaranismo, Jorge Méndez Spíndola y Rosa Márquez, miembros de una de las expresiones más radicales de la izquierda, anclada en un discurso en desuso que clamó por “patria o muerte, venceremos” de la Cuba de los ‘60.

Como en el caso de la delegación Coyoacán en aquel 2018 en donde perdió la vida una mujer, en Puebla también decidieron recurrir a la violencia que debe ser condenada desde todos los frentes.

Méndez Spíndola y Rosa Márquez estarán dispuestos a llevar al extremo una disputa política de su líder y guía, pero también cobran una factura política a quienes han decidido acompañar el gobernador Miguel Barbosa.

No perdonan que David Méndez, otro cuadro de la izquierda e hijo del matrimonio del matrimonio bejerenista haya sido echado de la Secretaría de Gobernación por desaciertos ampliamente documentados.

En la capital del país, la agrupación de René Bejarano y Dolores Padierna echaron mano de Toledo, próximo a ser excarcelado; en Puebla tienen a Méndez y Márquez, lo que convierten el líder de ese grupo en un enemigo del propio López Obrador, aunque cueste asimilarlo.

 

@FerMaldonadoMX