RECESIÓN

El PIB de Estados Unidos volvió a contraerse en el segundo trimestre, aumentando el riesgo de recesión en la mayor economía mundial a pocos meses de unas elecciones clave para Joe Biden.

La contracción fue del 0.9% a tasa anualizada, la medida preferida en Estados Unidos, que compara la actividad de un trimestre con el anterior, y luego la proyecta al resto del año. En el primer trimestre, la economía del país se contrajo 1.6%.

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La definición comúnmente aceptada de recesión corresponde a dos trimestres consecutivos de disminución del PIB, pero economistas, y también la administración de Joe Biden, afirman que la economía no está necesariamente en recesión, pues muestra otros indicadores favorables, como los datos del mercado laboral.

Pese a los resultados del PIB, Biden dijo el jueves que la economía está en «buen camino».

«No es sorprendente que la economía se desacelere cuando la Reserva Federal actúa para reducir la inflación», sostuvo el presidente en un comunicado, un día después de que la Fed aumentara por cuarta vez consecutiva sus tasas de interés en busca de frenar el alza de precios.

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La caída del PIB refleja una baja de las inversiones de las empresas y la de las compras de viviendas por parte de familias, según el Departamento de Comercio. Asimismo, el Gobierno federal, los estatales y las administraciones locales contuvieron sus gastos.

El consumo se mantuvo gracias a los gastos en el sector de servicios que, no obstante, debió aumentar sus precios por la inflación.

¿Recesión, sí o no?

Con los datos del jueves vuelve el debate de si Estados Unidos entró o no en recesión. Solo un organismo en ese país tiene autoridad para determinar oficialmente los periodos de recesión, la Oficina Nacional de Investigación Económica, pero lo hace con un retraso de varios meses.

«Consideramos una serie de indicadores», explica la entidad en su página web que, de todas formas, señala «la amplitud del declive de la actividad» económica.

En tanto la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sostuvo que la economía estadounidense es «resiliente» aunque se «desacelera».

«La mayoría de los economistas y de los estadounidenses tienen una definición similar de recesión: pérdidas sustanciales de empleos y despidos masivos. (…) No es lo que vemos en este momento», sostuvo durante una conferencia de prensa.

La expresidenta de la Fed reiteró su visión de que el país está «en transición hacia un crecimiento más estable y duradero».

La oposición percibe la situación de forma distinta. «Primicia para Joe Biden: no se puede cambiar la realidad discutiendo sus definiciones», reaccionó el Partido Republicano.

Desaceleración 

La tasa de desempleo de 3.6% está cerca de su nivel previo a la pandemia, que era el más bajo de los últimos 50 años, y los empresarios siguen teniendo dificultades para contratar. No obstante «los recientes indicadores de gastos y producción se moderaron», explicó el miércoles la Fed en su anuncio de política monetaria.

El consumo, motor de la economía estadounidense, siguió siendo sorprendentemente fuerte en junio. Pero el volumen del gasto creció por la inflación, y los consumidores salen de las tiendas con una cesta más pequeña por la misma cantidad de dinero. La inflación en junio alcanzó 9.1% anual y se mantiene en máximos en 40 años.

El FMI revisó considerablemente a la baja su expectativa de crecimiento del país para este año y ahora espera 2.3%, cuando en abril proyectaba 3.7%. La entidad tomó en cuenta los efectos de la inflación y «un crecimiento más débil a comienzos de año».

 

AFP

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