¿De qué forma se mercantilizan los datos personales y cuáles son los efectos que tiene eso sobre las personas? Frente a una nueva lógica de acumulación capitalista, en la que el discurso alienado se disfraza de continuo avance tecnológico, impresiona la enorme cantidad de dispositivos desarrollados para que se mantengan conectados a internet y establezcan comunicación entre ellos.
En la era de la Web 1.0, estos millones de dispositivos se relacionaban con la información bajo un modelo de consumo de contenido que carecía de interactividad. Se trataba de una forma primitiva y unidireccional de acceder a información en la web a través de internet, donde el usuario era pasivo y únicamente recibía información o, en algunos casos, con un conocimiento más técnico, lograba publicar información a través de procesos que gestionaba un web manager a partir de centros de datos que eran analizados y, además, no existía interacción entre usuarios.
De hecho, existen algunos dispositivos inteligentes domésticos que aún en la actualidad continúan funcionando bajo el modelo anterior descrito. Sin embargo, existen algunas máquinas y sistemas de uso industrial que operan bajo un modelo tecnológico que otorga autonomía y capacidad de manipulación y análisis de la información en tiempo real.
El edge computing es una serie de procesos informáticos que ocurren en una misma ubicación física considerada como un nuevo paradigma computacional, en el que los datos del loT son procesados en la periferia de la red, es decir, en cloud edge. En palabras más simples, existen millones de dispositivos que funcionan bajo el paradigma del internet de las cosas; sin embargo, para el capitalismo de vigilancia estos dispositivos son “inútiles” porque recolectan información, pero no se hace “nada” con ella. Esta información es enviada a la nube donde centros de datos la procesan para obtener conclusiones o activar eventos.
Este funcionamiento, considerado “pasivo” como en la era de la web 1.0, es lo que pretende cambiar el edge computing: la algoritmización de comportamientos sociodigitales que otorgue a las máquinas autonomía de gestión de información tras recolecta de datos de navegación en dispositivos inteligentes.
Esta ruta rápida que crea el edge computing permite procesar más cerca de donde se crearon los datos y otorga a las organizaciones el análisis de los datos en tiempo real. Sin embargo, el ingreso con esta automatización se estima que sea por 7.5 billones de dólares para 2025, según firmas que evalúan la industrial Internet o Things como McKinsey & Co.
Shosana, en 2015, desarrolla una propuesta entorno al capitalismo de vigilancia para dar cuenta de cómo la tecnología de la información y la comunicación emplea una nueva tarea: vigilar. La vigilancia se convirtió en un nuevo modo de vida desde los instrumentos tecnológicos, e incluso va más allá del rol corporativista o estatista de gobiernos, invita a pares a involucrarse crecientemente en prácticas de vigilancia de control social.
Ecosistema Digital
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares