Cómprenles zapatos a sus hijos, paguen la pensión alimenticia, saquen a su esposa a pasear, paguen las colegiaturas, es el pensamiento de algunas de mis amigas que dicen ya se han desatado las bestias apocalípticas y uno de sus jinetes está intentando seducir a las buenas conciencias de nuestra Puebla de los Ángeles, con la próxima presentación de la niña de 21 años, Karely Ruiz, modelo regiomontana, quien se ha vuelto popular en la plataforma del Only Fans.

Llegará, no sé si a bordo de un dragón rojo de siete cabezas a nuestra ciudad para perturbar las buenas conciencias de muchas mujeres quienes se quedaran sin el gasto completo, pues algunos caballeros asistirán a un restaurante de la Recta a Cholula, con un costo por mesa de 20 mil pesos para cuatro personas, que así como se ve los están desplumando antes de emborracharse.

El lugar, de nombre Butcher’s Steak House, que es más un men’s club, ha dicho que el costo de reservación es 20 mil pesos por mesa y tienes que entrarle con 50 por ciento para apartar tu lugar.

La verdad yo prefiero quedarme a regar los cactus que tengo sembrados en casa. Pero como dice el comercial: “se aplican restricciones”, ya que si pasase, ocurriese o sucediese que se cancelase este show de carnes, no habrá reembolso del dinero, lo cual, a leguas, se ve alevoso y gandalla.

Hago un llamado a las autoridades correspondientes del departamento de Normatividad y Espectáculos, ya que para anunciar una presentación al público se supone que debe estar el contrato de por medio del artista confirmado, espero exista y hagan su trabajo, y no me los engañen con una orden de tacos de vísceras y un refresco para que se hagan de la vista gorda.

En ningún espectáculo te dicen que si se llegara a cancelar se quedan con tu dinero, porque entonces ¿qué pienso? Esto es un robo anticipado y estas personas están haciendo una práctica común de pseudoempresarios que hacen estos encuentros.

Les explico: estas personas empiezan a anunciar un show y a vender boletos, así de la nada, esperan la respuesta de público que va a comprar sus entradas y ya que ven que sí están vendiendo, contactan al artista y ya lo contratan, en pocas palabras hacen empresa con el dinero de la gente y no del suyo.

Karely Ruiz es una chica de 21 años de edad, con estrías como usted y con algunos gorditos por allí, sólo que la “corrigen” en edición digital para hacernos creer que existe la mujer casi perfecta. Es una mexicana con más de 100 mil seguidores.

No veo ningún lado artístico encuerarse, lo que sí veo es una fecha de caducidad muy próxima, debido a que su carrera la basa en algo que en un tiempo y tras su uso va perdiendo la atracción de los años mozos.

La columna de esta semana ha terminado pueden ir en paz.

 

 

El Confesionario

Por: Ray Zubiri