Este fin de semana se llevó a cabo el proceso de renovación de Consejos Distritales de MORENA en Puebla y todo el país, de donde habrán de surgir a su vez Dirigencias estatales, acéfalas formalmente desde hace al menos un par de años. Y lo que salta a simple vista es… división interna, previa a la sucesión presidencial (y de 9 Gubernaturas, Puebla incluido).

Y tampoco es para alarmarse. Todos los partidos de todos los países democráticos del mundo, que tienen posibilidades reales de acceder al poder pelean.

Me dan risa las declaraciones de Marko Cortés, líder panista en México, de que “los pleitos y acarreo de votantes en MORENA muestran un partido en podredumbre, al igual que el partido en el poder en tiempos de Echeverría”. Y no llama al PRI por su nombre… porque ahora da la casualidad de que es su aliado, para vencer al malvado partido en el poder que ahora se llama MORENA. Simple cuestión de tiempos y de semántica. Además, el propio PAN ha tenido divisiones históricas y sus procesos internos tienen todo, menos amabilidad entre sus contendientes. Recordemos cómo se dieron hasta con la cubeta el grupo de Genoveva Huerta contra el de Eduardo Rivera por la dirigencia estatal el año pasado en Puebla.

Pero en lo que sí tiene razón Cortés es en el tema de que MORENA repite los mismos vicios de los partidos que tanto criticó: El fin de semana hubo acarreo de votantes, compra de votos, transporte y lunches para los acarreados, etc., etc. ¿Pues no que eran distintos? Si se hubiera dejado libremente a la militancia o simpatizantes acudir a las urnas el sábado pasado… ¿Se hubieran visto esas inmensas filas de participantes? Creo que ni en una elección constitucional se ven tanto electores (claro, también hay que decir que hubo solo dos centros de votación en cada Distrito -40 en todo Puebla-, mientras que en una constitucional hay miles de casillas en todo el Estado).

En fin. En MORENA hay tantos grupos como aspirantes a todos los cargos de elección que se disputarán en 2024 y este es el comienzo real de esa contienda. Y máxime que MORENA tiene posibilidades reales de ganar esa elección en su mayoría de cargos en disputa. Y todos quieren tener Consejeros que influyan y obvio una Dirigencia estatal que apoye. Si MORENA no tuviera posibilidades de ganar algo en 2024… ¿hubiera habido tanto participante el fin de semana pasado? Desde luego que no. ¿A poco en el PES o en el PRD o en el PVEM hay tanta ansiedad por participar?

Pero si las pugnas y división no se apagan después de la elección de Consejeros, hay una guerra total con heridos y vencidos rencorosos por la Dirigencia estatal y se lanzan a los candidatos por cuotas de los vencedores… veo venir un enorme conflicto interno que puede culminar con desbandadas de enojados a otros partidos, para ahora ser los más críticos de MORENA (los mismos que antes defendieron con pasión a la 4T y al Presidente AMLO). Cuéntenme un cuento que no me sepa ya.

MORENA y sus liderazgos locales y nacionales tienen en sus manos la victoria en 2024. Si permanecen unidos. De lo contrario, prepárense, van a tener derrotas monumentales que aún no alcanzan a vislumbrar. Sobre aviso no hay engaño.

 

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