Ante un complejo entorno económico global, Banxico ajustó a la baja su proyección de crecimiento económico del país para 2023, mientras que el de 2022 lo mantuvo.
Para el próximo año prevé una expansión de 1.6%, de acuerdo su informe trimestral abril-junio, cuando en el informe previo el pronóstico fue de 2.4%. La revisión a la baja confirma un escenario de desaceleración para el próximo año, coincidieron analistas.
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El recorte para 2023 refleja un escenario adverso que enfrentará la economía mexicana debido al contexto internacional, declaró la gobernadora, Victoria Rodríguez, en la presentación.
“Las expectativas para la actividad económica global se han deteriorado ante los elevados niveles de inflación, las condiciones financieras más astringentes y diversas tensiones comerciales y geopolíticas, en particular, se prevé un menor crecimiento de la economía estadounidense y de su actividad industrial”, puntualizó.
El Gobierno prevé un crecimiento para 2023 de 3.5%, de acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2023.
Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex, destacó que si bien el escenario central de Banxico apunta a un puntual 1.6% para 2023, el banco también maneja un rango que va de 0.8% a 2.4%, y dado que hay un balance de riesgos a la baja se podría estar esperando un dinamismo menor.
“Cuando se dice eso se sugiere que ellos están más propensos a moverse a la parte baja de su estimación, es decir, tender hacia 0.8%”, indicó.
Jorge Arturo Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil en CIBanco, dijo que la disminución para 2023 obedece en parte a los efectos de las alzas de tasas por parte de los bancos centrales para tratar de contener la inflación, pues se provoca un enfriamiento económico.
Marcos Daniel Arias, economista en Monex, refirió que la baja en la expectativa refleja la previsión de una desaceleración global para el año entrante.
“Como ya tuvimos una buena dosis de crecimiento el primer semestre de 2022, eso va a ser suficiente para asegurar un piso en el avance del PIB este año, pero hacia 2023 faltan catalizadores y más bien hay riesgos importantes, sobre todo en materia externa que puedan empujar a la baja los pronósticos”, añadió.
Entre los riesgos externos, destacó que Estados Unidos ya suma dos trimestres de contracción, y en Europa se eleva la posibilidad de una recesión más acentuada a partir de la disrupción en los mercados energéticos, como efecto de la guerra en Ucrania.
Agregó que en China ya se observa un desgaste económico por las estrictas medidas que implementó contra el Covid-19.
El conjunto de estos factores globales “es lo que moldea la realidad económica ahorita y lo que muy probablemente estaremos viendo en los primeros meses de 2023”, explicó el economista.
La gobernadora de Banxico advirtió que los factores que podrían amenazar el crecimiento de la economía mexicana se centran en una menor demanda externa, principalmente la proveniente de Estados Unidos, así como una prolongación en las afectaciones en el comercio y las irrupciones en las cadenas de suministro que conducirían a una escasez de insumos o mayores costos de producción.
Para 2022, el banco central mantuvo su previsión de 2.2%, superior al 1.8% esperado por el más reciente consenso entre analistas, pero menor al 2.4% previsto por el Gobierno.
Inflación en 8.1% al cierre de 2022
La entidad estimó en su reporte que la inflación general cierre el año en 8.1%, que el pico se registre en el tercer trimestre al llegar a 8.5% y que la convergencia hacia su meta de 3% se dé en el primer trimestre de 2024, datos que ya había publicado en su más reciente anuncio de política monetaria del 11 de agosto.
LEG