En la última semana el panorama político de México (y Puebla) sufrió cambios importantes y por supuesto habrá consecuencias que aún no vislumbramos del todo. La alianza Va por México (Va por Puebla localmente) se ha desintegrado en la práctica (por lo menos eso dijeron los líderes del PAN y PRD), porque el PRI ha propuesto una iniciativa que apoya de hecho la propuesta del presidente AMLO-Morena, de ampliar la tutela de la Guardia Nacional por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional hasta 2028.
Todo indica a que el presidente del PRI, Alejandro Moreno “Alito”, negoció con las más altas esferas de poder (el secretario de Gobernación, Adán Augusto López) la aprobación de la propuesta del presidente /disfrazada de “iniciativa” de una diputada del PRI a cambio de que se detenga la serie de denuncias mediáticas en su contra y su desafuero para poder ser procesado por la Fiscalía de Campeche.
Romper la alianza con PAN y PRD a cambio de impunidad parece ser la esencia de la negociación.
En el propio PRI ya hay un grupo de senadores que están exigiendo la salida de Moreno para poder salvar a Va por México. Pero creo que eso no sucederá, porque “Alito” se esmeró en controlar perfectamente el Consejo Político Nacional y a las dirigencias estatales.
Si ese fuera el escenario de la contienda, en el que Morena-PT-PVEM se enfrenten a una alianza PAN-PRD, MC solo y PRI solo… si hoy se verificara esa elección, Morena y aliados ganarían sin dificultad con una ventaja de al menos 15 puntos porcentuales.
Pero como comento siempre: Hoy no son las elecciones. Falta poco menos de dos años para que eso ocurra. Pero al día de hoy esas son las realidades de las alianzas y contra-alianzas.
Y desde luego habrá que esperar para ver el proceso que sí es más difícil para Morena: Definir quién será su candidato presidencial. Ante lo que ha ocurrido, se fortalece la candidata favorita del presidente AMLO, que es Claudia Sheinbaum, pues en un escenario de oposición dividida, ella podría ganar sin problema. Pero habrá que esperar para ver qué harán Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal al no ser ninguno de ellos el abanderado de Morena a la Presidencia. ¿Romperán con el partido? ¿Irían por otras siglas o… alianza?
Quién sabe. Pero en el escenario actual de rompimiento de la oposición, ni Ebrard ni Monreal podrían vencer a Morena y su candidata. Fue una jugada maestra del único operador real que existe en Morena y que se llama Andrés Manuel López Obrador.
Y desde luego en Puebla hay consecuencias también. La dirigencia estatal del PRI es totalmente aliada de Alejandro Moreno, por lo que harán lo que él les diga. Y entonces tendremos que ver si Eduardo Rivera quiere ser candidato a gobernador por parte de una débil alianza rota y con una gran probabilidad de perder en 2024.
Morena y aliados ganarían con facilidad la gubernatura. El problema de Morena no es la elección constitucional, sino su proceso interno para designar quién será su candidato. Porque en el escenario actual descrito… con cualquiera gana. Punto. ¿Se lograrán poner de acuerdo?
Al Pie de la Letra
@rodolforiverap