La inflación general en la primera quincena de septiembre llegó a 8.76% a tasa anual

La estrategia del Gobierno federal para combatir los elevados niveles de inflación no ha logrado incidir en un descenso de precios de alimentos, ni en contrarrestar los efectos de la pérdida de poder adquisitivo en la población más vulnerable, consideraron especialistas.

Apuntan que desde su origen, el plan basado en 24 productos básicos tenía fallas, como la falta de acciones de vigilancia en la cadena de distribución de los alimentos, o una política social enfocada en el apoyo a los hogares más pobres.

Si bien la mayor parte de las presiones inflacionarias son importadas por las irrupciones en las cadenas globales de suministro derivado del Covid-19, y el reciente conflicto bélico en Ucrania, factores internos también han creado precios más elevados para el consumidor.

El precio promedio a nivel nacional de la canasta de 24 productos elegidos por el Gobierno pasaron de 971.67 pesos en mayo, cuando se presentó el plan, a mil 028.52 pesos en este mes, de acuerdo con un monitoreo de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec)

“La inflación sigue su curso y la que tiene que ver con alimentos ya rebasó los dos dígitos”, destacó el presidente del organismo, Cuauhtémoc Rivera.

La inflación general en la primera quincena de septiembre llegó a 8.76% a tasa anual, mientras que los rubros alimenticios mostraron variaciones de 10.75% en alimentos procesados, bebidas y tabaco, de 14.68% en frutas y verduras, y de 15.71% en pecuarios. El objetivo de inflación general de Banxico es de 3%, con un margen de tolerancia de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.

El dirigente mencionó que además de los choques inflacionarios externos, como la guerra en Europa, que encarecen los alimentos, la inseguridad en las carreteras en las que se registra el robo de mercancías y el cobro de piso a pequeños comerciantes son factores que aumentan aún más los precios de los alimentos, por lo que son uno de los grandes pendientes del Gobierno.

Ana Gutiérrez, economista en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), aseguró que el plan gubernamental tiene bajo o nulo marco de acción para incidir en los precios de los alimentos, y que la única medida que ha logrado mitigar los precios son los estímulos fiscales a los combustibles, pero ya se habían implementado ante del anuncio.

“La medida de los aranceles tenía un efecto nulo porque la importación de la mayoría de esos bienes (alimenticios) vienen de Estados Unidos y ya tenían aranceles cero, entonces ahí no hubo ningún cambio”, acotó.

Agregó que no se incluyó un plan de mitigación para la población más vulnerable debido a que esa canasta de 24 productos tiene bienes cuyas adquisiciones pesan más en aquellas familias de menores recursos.

Recordó que el Gobierno federal eliminó el programa de Escuelas de Tiempo Completo, aunque algunas entidades lo han mantenido con recursos propios, que significaba una ayuda para la nutrición básica de niños de bajos recursos económicos.

“Ese tipo de medidas no se vieron incluidas en términos de reconocer que la inflación es un impacto regresivo y que afecta generalmente a las familias de bajos recursos”, indicó.

En ese mismo sentido, Axel González, economista en “México, ¿cómo vamos?”, dijo que al Gobierno le falta actuar desde la política social, pues Banxico se encarga de controlar la inflación desde la política monetaria.

“Desde la política social que se hiciera algo, no para contener la inflación o los precios, sino más bien para aminorar la pérdida del poder adquisitivo de los hogares más pobres: el diseño e implementación de un programa focalizado para atender a los hogares de menores ingresos, una transferencia monetaria contingente de la inflación alta que estamos viviendo”, expuso.

Sobre la reunión que sostuvo el presidente la semana pasada con empresarios agroindustriales para reforzar el llamado Paquete contra la inflación y la carestía, y del que se dará detalle en los próximos días, según el titular de Profeco, González consideró que no habrá una mayor trascendencia en los precios de los productos finales, pues son acuerdos informales, de palabra.

Funcionarios del Gobierno federal, como el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, y la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, han defendido que el plan y la renuncia fiscal por gasolinas han ayudado a que la inflación general no esté en niveles de dos dígitos. 

IP propone alejarse de metas de  la autosuficiencia alimentaria

Para hacer frente a la inflación, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) hizo recomendaciones que buscan corregir lo que considera como distorsiones, y reducir costos que dañan la actividad económica, entre ellas, alejarse de objetivos de autosuficiencia del país, sobre todo cuando impliquen mayores costos comparados a las importaciones.

En su análisis semanal, la organización afirmó que el acercamiento reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador con la industria de alimentos para tratar de reforzar el plan de estabilización de precios, así como la propuesta de política industrial anunciada la semana pasada, son insuficientes para abatir la inflación y generar crecimiento con la velocidad que requiere la economía.

Sugirió que se mejore la infraestructura a fin de aligerar costos de distribución, reforzar operativos para combatir robos al transporte, combatir los cobros de derecho de piso y los esquemas de especulación con prácticas ilegales de acaparamiento y fijación de precios.

Crear regulaciones eficientes y transparentes cuyos beneficios sean mayores que sus costos de cumplimiento.

Facilitar vínculos entre oferentes y demandantes de insumos sobre todo dentro del agro, eliminar la incertidumbre sobre el uso del glifosato y en torno a la importación de productos genéticamente modificados con el fin de acelerar la oferta nacional, cancelar cupos y cuotas de importación injustificados, y revisar la posibilidad de acabar con aranceles a la importación de productos de diversos países.

AR

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