Tras la protesta del domingo y la quema de vehículos ante la liberación de presuntos delincuentes, pobladores de San Andrés Calpan mantienen cerrada la presidencia municipal, exigiendo mayor seguridad y que el Gobierno estatal tome el control.

Los habitantes inconformes aseguran que las actividades delictivas han incrementado en la zona, por lo que exigen la renuncia del acalde Fernando Castellanos Hernández.

Asimismo, amagaron con acciones de “auto seguridad” como detenciones civiles y hasta linchamientos en caso de que alguna persona sea sorprendida cometiendo algún delito.

En tanto, solicitan que la Policía Estatal tome el control de la seguridad en el municipio, mientras se analiza el cambio de mandos públicos.

Presuntamente, los pobladores se dividieron en dos grupos, uno que permanecerá custodiando el inmueble, mientras que otro se dirige a Casa Aguayo para dialogar con el gobernador, Miguel Barbosa.