En medio de la lluvia, personas de todas las edades se reunieron en el Zócalo capitalino para escuchar la música de uno de los mayores exponentes de la balada española, pues hablamos del cantautor Joan Manuel Serrat.

En punto de las 20:00 horas se anunció la llegada del artista de 78 años que con sólo su presencia hizo emocionar a toda la multitud que entusiasmada aclamaba su nombre.

Arrancando su show con canciones clásicas como “Barquito de Papel” y el clásico tema “Carrusel” hizo una pausa para agradecer a la Ciudad de México por estar compartiendo este gran momento con él, mencionando a todos, todas y a todes.

Continuando con la función tocó acompañado de violines, piano, su guitarra y su increíble voz el tema “Lucía” y deleitándonos con la maravillosa interpretación de “Señora” para después hacer una breve pausa y recitar el poema “Las ranas de la cebolla“.

Una noche mágica que iba apenas arrancando, ya que aún tenía un gran show por dar, y aunque la lluvia apenas iba parando, el poeta agradecía a su público por no alejarse aún con la adversidad, tocando con su guitarra “Cançó de Bressol” para después hacer su aparición Úrsula Amargos con su dueto “Es caprichoso el azar”

Llegando así la primer mitad del show, recordando que “Hoy puede ser un gran día” y que a pesar de la lluvia estuvo agradeciendo a la vida por nacer en “Mediterráneo”, fue el calentamiento para que todo el público coreara en unisonó “Sin caminante no hay camino”.

Agradeciendo al público por estar en su último concierto que realizará en la Ciudad de México y con el público tan entusiasmado solo había una forma de despedirse, dejándonos a todos los acompañantes con el sabor de una “Fiesta”. Retirándose del Zócalo, y de los escenarios uno de los más grandes exponentes de la balada que con sus letras y su guitarra tocó los corazones de todos los mexicanos