La concentración de metano, un potente gas de efecto invernadero, aumentó hasta llegar a niveles récord en la atmósfera el año pasado, al igual que el CO2 y el óxido de nitrógeno, reveló la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La razón de este aumento excepcional respecto a 2020 de la concentración de metano, que tiene un efecto mucho más potente que el CO2, pero menos duradero, “no está clara, pero parece ser el resultado de procesos a la vez biológicos e inducidos por el hombre”, señaló la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Estas cifras revelan “una vez más, el enorme desafío –y la necesidad vital– de una acción urgente para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero e impedir que las temperaturas aumenten aún más en el futuro a nivel mundial”, declaró el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

La oficina de Cambio Climático de la ONU advirtió que los últimos compromisos internacionales están “muy lejos” de responder al objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a +1,5ºC.

“Vamos en la dirección equivocada”, dijo Taalas.

En 2020 y 2021, la concentración de metano, el segundo contribuyente más importante al calentamiento global, aumentó de 15 y 18 partes por mil millones (ppb) respectivamente. Es difícil determinar el origen de las emisiones porque las fuentes de emisiones y los “sumideros” que absorben el gas se pueden confundir, explica la OMM.

“Existen estrategias rentables para luchar contra las emisiones de metano, particularmente en el sector de los combustibles fósiles y debemos ponerlas en marcha sin demora”, indicó Petteri Taalas.

En la COP26 celebrada hace un año en Glasgow (Reino Unido), los países se comprometieron a aumentar cada año sus “contribuciones determinadas a nivel nacional” (NDC) en lugar de cada cinco años, como se preveía en el acuerdo firmado en 2015.

“Estamos muy lejos del nivel y la velocidad de reducción de emisiones necesarios para ponernos en el camino hacia un mundo de +1,5 ºC” de aumento máximo de la temperatura, destacó en un comentario escrito sobre esta síntesis.

“Para mantener vivo este objetivo los gobiernos deben reforzar sus planes ahora y aplicarlos en los próximos ocho años”, insistió.

En días pasados, la NASA reveló que había detectado desde el espacio decenas de “superemisores” de metano, lugares generalmente relacionados con el tratamiento de residuos o la agricultura.

Dependencia de energías fósiles

La excesiva dependencia del mundo a las energías fósiles, causantes del cambio climático, tiene efectos nocivos para la salud, indica realizado por 99 expertos de 51 instituciones, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), bajo la supervisión del University College London.

“El mundo está en un punto de inflexión. (…) Debemos cambiar. De lo contrario, nuestros hijos se enfrentarán a un cambio climático acelerado que amenazará su supervivencia”, advirtió Anthony Costello, profesor y copresidente del Lancet Countdown [cuenta regresiva de Lancet, en inglés].

“Lla dependencia excesiva y persistente a los combustibles fósiles agrava rápidamente el cambio climático” y “provoca peligrosas consecuencias para la salud”, advierte.