Cinismo y desmemoria; desprecio por los deudos por pérdidas de vidas y miopía política fue lo que el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, evidenció de manera reiterada este fin de semana.
En un lance por la defensa de su vástago, el presidente municipal de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, por los desaciertos en diversos rubros, pero sobradamente en materia de seguridad para los habitantes de ese lugar, terminó por admitir inconscientemente que la autoridad está rebasada, pues anticipó la llegada de la Guardia Nacional a ese lugar para reforzar la seguridad.
El presidente municipal de ese rincón del llamado Triángulo Rojo debió pasar saliva el día en que un grupo de pobladores lo increpó por la muerte a tiros de un muchacho que se dedicaba a la venta de tacos en el centro del pueblo, hace unos 10 días.
El padre del edil ironizó, sin fortuna ni gracia, cuando respondió a un grupo de reporteros en una entrevista de banqueta: “Luego por algo que pasa en un lugar en donde no pasa nada, todos se voltean a verlo, pero en lugares en donde pasa todos los días, pues ya nadie se da cuenta”.
No sólo evidenció el desprecio por la vida del muchacho abatido por dos sicarios, además del que se encuentra mal herido, sino que deliberadamente “olvidó” que en ese lugar en donde “no pasa nada”, está por cumplirse un año, en noviembre próximo, de la ejecución de tres agentes ministeriales a cargo de la policía municipal de los Mier.
En efecto, la Fiscalía General del Estado está por concluir la indagatoria que permita conocer las motivaciones para que el jefe de la Policía Municipal, el exmando policiaco traído a Puebla por Rafael Moreno Valle, Alejandro Santizo Méndez, junto con una docena de efectivos municipales, que terminaron con la vida de tres policías ministeriales.
Sólo la verborrea de los Mier pretende hacer válido en el clima de opinión un “no pasa nada” en un municipio en el que sucede de todo, hasta la orden a sus policías de tirar a matar contra agentes investigadores de la Fiscalía para encubrir lo que sólo el clan familiar pretende esconder en el clóset y que pronto será del dominio público.
Si por el diputado federal de Morena fuera, Tecamachalco, el asiento de ese pequeño feudo, sería el idílico lugar del no pasa nada, pero Mier Velazco ya ha cometido torpezas declarativas, como la defensa del exdiputado federal, Saúl Huerta, acusado de violación de menores.
No deja de ser una inquietante coincidencia que quien salió en defensa del debilitado edil de Tecamachalco esté rodeado de imputados por diversas violaciones a la ley, como el exauditor Superior del Estado, Francisco N, que al momento de su aprehensión era contador de su empresa, Multisistemas de Comunicación Cambio, en donde es socio de Arturo N, también sujeto a por lo menos dos procesos penales.
Ningún personaje de peso de Morena, local o nacional, asistió, por cierto, este sábado al informe del presidente municipal de Tecamachalco. El supuesto respaldo e inmunidad desde Palacio Nacional para no verse involucrados en temas oscuros, sin tener que rendir cuentas, no se vio este fin de semana.
parabolica.mx
Fernando Maldonado