Nicolás, un venezolano de 16 años, fue detenido por elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte de México en febrero de este año; con él viajaban dos de sus hermanos en busca del sueño americano.

Con el pretexto de que “lo estaban rescatando”, fue entregado a elementos del Instituto Nacional de Migración, quienes lo trasladaron a un albergue ubicado en Piedras Negras, Coahuila.

“Es un albergue que está en buenas condiciones, nos daban de comer y una cama mientras se solucionaba nuestro estado migratorio, a mí me separaron de mis hermanos, porque ellos tienen 20 y 25 años”, indicó.

Nicolás es uno de los 38 mil 844 niñas, niños y adolescentes migrantes, que han sido detenidos en los primeros ocho meses del año en México, de los cuales 58.4% (22 mil 694) pertenecen al sector de 0 a 11 años de edad, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración plasmados en el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias.

Según el documento, de esta última cifra 21 mil 979 son infantes acompañados y 715 no acompañados. Mientras que 41.5% restante (16 mil 150) pertenecen al sector poblacional de 12 a 17 años; en este sector, siete mil 733 iban acompañados y ocho mil 417 viajaban solos.

En cuanto a nacionalidades, los menores de edad oriundos de Honduras encabezan la lista, con ocho mil 86; seguidos por los de Guatemala, con ocho mil 709; luego Venezuela, con cuatri mil 788, y posteriormente Colombia, con cuatro mil 290.

Mientras que en el mismo periodo de 2021 se tiene registro de 41 mil 002 menores de edad detenidos, lo que representaría una reducción de 5.2%.

Nicolás dijo a este diario que salió de su país por las condiciones precarias en que vivía, además de la violencia y la crisis económica que, aseguró, se vive en Venezuela.

Para Tania Ramírez Hernández , directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), nuestro país aún se enfrenta a que la autoridad utiliza una serie de eufemismos para no hablar de detención en el caso de niñas, niños y adolescentes.

Y es que en el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias del Instituto Nacional de Migración, las detenciones de menores de edad aparecen como “Eventos de niñas, niños y adolescentes canalizados por la autoridad migratoria”.

En ese sentido, Tania Ramírez indicó que mientras no haya una política que aborde migración con un enfoque de derechos humanos en vez de con un enfoque de seguridad, en el país se seguirán presenciando estas detenciones… Reportadas con otras palabras, como rescate.

Sobre los albergues para niños migrantes la directora de la Redim expuso que, de acuerdo a visitas que han hecho en sedes ubicadas en la frontera norte y sur de México, las condiciones de estos centros dependen de las capacidades instaladas, o no, en el estado o en la comunidad en que se encuentran.

“Hay albergues de la sociedad civil en dónde se les da una atención enfocada a las familias, lo cual es muy positivo, porque entonces el principio de no separación familiar se puede mantener y esto es algo importante”, dijo.

Sin embargo, aclaró que la complicación se presenta cuando este derecho se quiere mantener para niñas y niños, pero no para personas adultas, por lo que el sentido de reunificación familiar hace que solo niñas y niños queden dentro de los albergues que pueda tener sociedad civil, algunas Iglesias o centros de atención de las autoridades.

Además Ramírez indicó que en estos albergues no hay una garantía al derecho a la libre circulación, pues explicó que son espacios confinados dónde una vez que se entra no se puede salir, a menos que se vaya avanzando positivamente en el sentido del estatus migratorio.

Finalmente la directora de la Redim precisó que todos los casos dónde se están repatriando a niñas y niños preocupan, ya que en estos sucesos, cuando se determina el interés superior de la niñez, se está decidiendo que lo más conveniente es que regresen a sus países de origen.

“Muchas veces emigran no porque quieran migrar, sino porque están huyendo, entonces huyen de condiciones de violencia, de condiciones de pobreza, de hambre, extrema marginación y resulta cuestionable que se determine como interés superior la devolución, porque en muchos casos estos niños regresan a contextos exactamente igual de violentos”, detalló.

Cabe recordar que, en semanas recientes, miles de venezolanos deportados de EU quedaron varados en las calles de la Ciudad de México, principalmente en centrales de autobuses y fuera de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.

Además, cada cierto tiempo se organizan caravanas con cientos de migrantes desde Centroamérica buscando atravesar territorio mexicano, las cuales se enfrentan a retenes o incluso a enfrentamientos con la Policía, como ocurrió el 12 de diciembre pasado en la CDMX, en la autopista México-Puebla.