¿Puede el futbol ser un elemento que ayude a edificar la identidad de un país? Si tomamos como ejemplo a Uruguay la respuesta sería afirmativa porque el futbol para la pequeña nación sudamericana es sinónimo de orgullo, la exportación de jugadores forma parte de los negocios y portar la “celeste” es un compromiso para el futbolista que recibe la convocatoria. Uruguay es un  histórico del futbol no sólo por ser el país que albergó el primer mundial implantando una marca que hasta dentro de unos días será rota como el país más pequeño en albergar un mundial de futbol (176,215 kilómetros cuadrados y una población de 3,286,314 habitantes por los 11,586 kilómetros cuadrados de Qatar), fue el primer campeón mundial, primer campeón olímpico sudamericano y cuna de extraordinarios jugadores, su estadio “El Centenario” lleva ese nombre porque el primer mundial se celebró en el centésimo aniversario de la jura de la constitución de ese país y sus tribunas llevan los nombres de Colombes y Ámsterdam en alusión a las medallas de oro que consiguieron.

Hablar del futbol uruguayo es hablar de un país que siente este deporte, que ha sido cuna de grandes futbolistas, de esos campeonatos del mundo en casa y veinte años más tarde en la gesta de ganarle a Brasil en el Maracaná la tarde del 16 de julio de 1950 resultado que significó hundir en la tristeza a los anfitriones cuando el capitán celeste Obdulio Varela acuñó la frase “los mirones son de palo” para tranquilizar a sus compañeros la masa de aficionados que se habían dado cita para ver coronarse a Brasil; el gol de Ghiggia a primer poste también significó el ingreso del guardameta brasileño, Moacir Barbosa al libro de villanos a tal grado que hasta su muerte estuvo asociado con la mala suerte y se recuerda como previo al mundial de Estados Unidos 94 le prohibieron la entrada a la concentración de Brasil porque era de mal augurio, a lo que él mismo contestó: “En Brasil la pena mayor por un crimen es de treinta años de cárcel. Yo hace 43 que vengo pagando por un crimen que no cometí”https://www.youtube.com/watch?v=Pu1WanatiAM&t=66s. Por su parte como capitán Varela recibió la Copa del mundo en la intimidad del vestuario (lejos de la parafernalia de hoy en día) y luego al reconocer la tristeza del pueblo brasileño en las calles se fue a los bares para acompañarlos en su desgracia.

Hablar de Uruguay es hablar de Francescoli, Forlán, Matosas, Ancheta, es hablar del legado del “maestro” Oscar Washington Tabarez (quien como defensa central jugó, muy poco, en el Puebla de la Franja de los 70’s), hablar de Uruguay no se puede reducir a su bagaje en mundiales con dos campeonatos, tres cuartos lugares en Suiza 54, México 70 y Sudáfrica 2010. Podríamos hablar de su etapa de confusión cuando todo lo intentó arreglar todo a través de la garra lo que se tradujo en eliminaciones para llegar a algunos mundiales o participaciones francamente malas como Alemania 74, México 86 e Italia 90, para llegar a este momento en el que luce como una escuadra que puede brillar gracias al talento de una generación llamativa de mediocampistas que goza de los últimos servicios de los extraordinarios delanteros Luis Suárez y Edinson Cavani.

Uruguay suma trece participaciones mundialistas en las que ha disputado cincuenta y seis partidos con saldo de veinticuatro ganados, doce empates y veinte derrotas con 87 goles a favor y 74 goles en contra. En Qatar 2022, la celeste debutará el próximo jueves 24 de noviembre en el Estadio de la Ciudad de la Educación ante Corea del Sur, una escuadra a la que ya ha enfrentado en dos ocasiones en mundiales en Italia 90 ganó 1-0 con un gol en los últimos segundos de Daniel Fonseca lo que le valió el boleto a los octavos de final como uno de los mejores terceros lugares https://www.youtube.com/watch?v=KRSevzFAgZA y en Sudáfrica 2010 se impuso 2-1 en octavos de final con dos goles de Luis Suárez https://www.youtube.com/watch?v=3zKoUda-WVA; luego el lunes 28 se medirá a Portugal en el Estadio Lusail en un juego cuyo antecedente es cercano ya que se enfrentaron en octavos de final de Rusia 2018 y Edinson Cavani lo resolvió con doblete https://www.youtube.com/watch?v=simnUxEAsBo; cerrará la fase de grupos el viernes 2 de diciembre en el Estadio Al Janoub ante Ghana también con un duelo previo ya que en Sudáfrica 2010 se vieron las caras en los cuartos de final en un juego que se fue a penales luego de que Luis Suárez detuviera con la mano un cabezazo con etiqueta de gol y que podía llevar a los africanos a la semifinal; Suárez fue expulsado, Gyan falló la pena máxima y en la fatídica tanda Sebastián Abreu la resolvió con un disparo a lo Panenka https://www.youtube.com/watch?v=VAqpdcWEiQE.

Pero hoy parece necesario subrayar el significado de Uruguay para el futbol internacional y para eso tenemos que salirnos un poco de la esfera mundialista. En 1923, los uruguayos ganaron la Copa América en casa (el torneo se juega desde 1916 y los charrúas fueron los primeros campeones) al vencer en la final a Argentina por lo que logró su boleto a los Juegos Olímpicos de París 1924 ya que el Presidente de la Asociación Uruguaya de Futbol, Atilio Narancio prometió a los jugadores que los llevaría a los juegos si ganaban la Copa América. La FIFA había recibido por parte del Comité Olímpico Internacional el derecho a organizar la competencia futbolística en París y “France Football” la bautizó como “Le Tournoi Mondial de Football”. Cuando los uruguayos lograron su cuarto título sudamericano ya habían conseguido el reconocimiento de la FIFA gracias a las negociaciones del ministro plenipotenciario de Uruguay en Suiza, Enrique Buero quien citó el interés que había en España por el futbol sudamericano gracias a que en 1922 una selección vasca había sido goleada en su gira por Argentina y Uruguay. Cabe destacar que con su presencia en el Congreso de la FIFA que se celebró del 21 al 23 de mayo, Buero se convirtió en la primera persona fuera de Europa en participar en un congreso del organismo.

La FIFA trató ese torneo olímpico como un campeonato mundial basada en una resolución de 1914 y los periódicos franceses insistieron en ello: “Vamos a asistir a un verdadero campeonato del mundo de  fútbol”, escribió el periodista Gamblin en “Trés Sports”. El 17 de mayo 1924 la selección uruguaya llegó a París en medio de un gran desconocimiento, el diario Les Temps publicó: “Nos apena que sean tan torpes estos jóvenes sudamericanos. Han venido desde tan lejos y tendrán que volverse después del primer partido”, pero ese primer partido ocurrió el 26 de mayo en el Estadio Colombes ante Yugoslavia, el resultado (7-0 a favor de Uruguay con los goles de José Vidal, Héctor Scarone, Pedro Petrone (2), Pedro Cea (2) y Ángel Romano), pero sobre todo la forma por la habilidad y alegría de los uruguayos sorprendieron a los europeos: “Apenas treinta minutos estuve en el field de Villa Lumiere y me bastó para traer al Comité el aviso de que los orientales juegan al football de los profesionales. Con esto, queda resumida mi opinión”, dijo un miembro del Comité Olímpico Internacional al diario “El País”.

Siguió Estados Unidos en octavos de final, de los cinco mil espectadores que atestiguaron la presentación ante Yugoslavia llegaron veinte mil al estadio de Bergeyre para observar a los hábiles uruguayos que vencieron 3-0 con dos tantos de Petrone y uno de Scarone, en tierras galas ya se hablaba de “un juego jamás visto y no superado por nadie”. En cuartos de final esperaba la anfitriona Francia en Colombes ante treinta mil espectadores por lo que se estableció un récord de asistencia. Uruguay ganó 5-1 con dos tantos de Scarone, dos de Petrone y otro de Ángel Romano, el gol de los anfitriones lo hizo Paul Nicolas. “Experimenté muchas emociones en mi larga vida deportiva, pero aquella, la que siguió inmediatamente al gol que provocaba la desazón a los franceses, que desilusionaba a nuestros anfitriones, que provocaba, aunque fuera un instante de desencanto al propio París que tanto nos quería, se me quedó grabada para siempre”, dijo Scarone muchos años más tarde al diario “Acción”, una cita que recoge la página de la Asociación Uruguaya de Futbol.

En semifinales esperaba Países Bajos, a la postre la prueba más dura para los uruguayos por la disciplina y el físico de los europeos. Cornelius Pilj abrió el marcador al minuto 32 y así se fueron al descanso, Pedro Cea empató al minuto 62 y un penal al minuto 81 fue convertido por Scarone para llegar a la gran final donde esperaba Suiza, la misma se resolvió con un claro 3-0. El partido celebrado en Colombes representó una nueva marca de asistencia, 40 mil espectadores, Petrone abrió el marcador aprovechando un gran pase de Vidal, en la segunda mitad Cea y Romano aseguraron el triunfo. Ese día Uruguay alineó con Mazali; Nasazzi (reconocido como el líder del grupo iniciando una línea que han continuado Obdulio Varela y más recientemente Diego Lugano o Diego Godín) y Arispe; Andrade, Vidal y Ghierra; Urdinarán, Scarone, Petrone, Cea y Romano. Por Suiza jugaron: Hans Pulver; Adolfe Reymond y Rudolf Ramseyer; August Oberhauser, Paul Schmiedlin y Aron Pollitz; Karl Ehrenbolger, Robert Pache, Walter Dietrich, Max Abegglen (gran figura helvética) y Paul Faessler https://www.youtube.com/watch?v=IXQF8bHt7ec.

Los medios franceses se entregaron a Uruguay, el Echo des sports dijo: “Ha triunfado el mejor equipo. Una vez más los uruguayos han seducido por la elegancia, finura, agilidad y belleza de sus jugadas”. L´Auto: “Felicitemos a los vencedores, soberbios jugadores del Uruguay, que se han impuesto ante los representantes de las más grandes naciones, afirmando que la vitalidad de su raza es debida en gran parte a la fecunda labor deportiva”. Por su parte el dirigente Casto Martínez Lagarde explicó: “Hemos triunfado ampliamente, dejando a través de cada lucha, una sensación de superioridad que provocaba el asombro de las multitudes que se reunieron en los estadios de este París, siempre sonriente y siempre amable. Cuando retornemos a nuestro querido Uruguay, llevaremos el alma impregnada de sentimiento; y en cada uno de nosotros —delegados y jugadores— alentará una única satisfacción: la de haber cumplido en forma extraordinaria con el deber que nos impusimos cuando el Desirade puso proa hacia las aguas del océano. Mucho había que decir de la victoria conquistada frente a Suiza. Pero ella debe concretarse a una sola frase: `todos contribuyeron a vencer clara y definitivamente´.

A la historia del 9 de junio de 1924 le falta un elemento clave, tras el triunfo uruguayo el público vitoreó a los jugadores que para corresponder dieron una vuelta por toda la cancha acercándose a la tribuna, estaba naciendo la vuelta olímpica, Héctor Scarone recordó ese momento para el diario “Acción”: “Nos abrazamos al final. Más de uno lloraba. Dimos la vuelta olímpica. Pero caminando, no como ahora, corriendo. El público quería vernos de cerca. Nos tiraban flores. Aquello fue inolvidable. Y después nos formamos para que levantaran en el mástil más alto, nuestra bandera. (…) Por fin, allá arriba, besada por el sol de París, flameó nuestro pabellón. Ahí sí nos costó a todos contener las lágrimas”.

La vuelta olímpica que hoy siguen dando los campeones nació en París, en el Estadio de Colombes, de forma espontánea como reconocimiento del público parisino al talento uruguayo https://www.youtube.com/watch?v=3Bz9q9WR0tE; la figura fue José Leandro Andrade apodado como “la maravilla negra”, reconocido como el primer gran jugador de raza negra, que lograría el bicampeonato olímpico y ya lejos de su mejor forma sería parte del campeón mundial. Andrade era mediocampista, elegante, gustaba de la vida bohemia, tocaba el violín y el tamboril, en las noches parisinas se escapaba y llegó a bailar tango con la estrella afroamericana Josphine Baker, reconocida como luchadora social por defender las causas de su raza y por ser espía francesa en contra de la Alemania nazi. Desgraciadamente Andrade murió en la pobreza, casi ciego por un golpe en el poste y víctima de los excesos con el alcohol.

En Ámsterdam 1928 Uruguay refrendó el campeonato olímpico con triunfos de 2-0 sobre Países Bajos https://www.youtube.com/watch?v=5Rf8PmiZwOc, 4-1 ante Alemania https://www.youtube.com/watch?v=GfJjXr1Egdk, 3-2 frente a Italia para llegar a la final que necesitó de dos juegos contra Argentina al empatar a uno con tantos de Petrone por los uruguayos y de Ferreira por Argentina en duelo celebrado el 10 de junio, tres días más tarde, el 13, Uruguay ganó 2-1 con tantos de Figueroa y Scarone, mientras que Monti hizo el gol argentino https://www.youtube.com/watch?v=hOVjsDR4qGQ. Uruguay recibió la noticia que albergaría la Primera Copa del Mundo para la cual construiría el Estadio Centenario.

Los uruguayos han ganado dos mundiales y dos ediciones olímpicas que de acuerdo con registros de la propia FIFA eran consideradas como competencias mundiales, por ello en el escudo de la celeste se pueden ver cuatro estrellas que sus jugadores portan con mucho orgullo.

@abascal2