Con la digitalización y su aceleración derivado de la pandemia por Covid-19 se abrió la ventana a un mundo de nuevas experiencias y realidades tecnológicas que versan en dinámicas sociales que empoderan a la instrumentalización digital.

En ese sentido, recientemente Lenovo presentó una tecnología visionaria la cual está transformando empresas en México y el mundo titulado “La tecnología más inteligente, empoderando un mundo cambiante”, en el marco de la primera edición del Lenovo Tech One.

Más allá del claro objetivo de promoción comercial, es interesante rescatar una serie de dimensiones de competencias y habilidades digitales adquiridas por el ciudadano digital e instituciones académicas y corporativas.

La primera son los ecosistemas virtuales en la enseñanza. En México, varias universidades realizaron esfuerzos estructurales en el diseño de aulas hibridas que congregan instrumentos tecnológicos que ofertan una mejora en la adquisición del conocimiento a partir de la diversificación de contenidos.

Hoy, es posible presenciar una clase desde cualquier lugar del mundo, la premisa más noble de la comunicación que acorta la distancia por el uso de instrumentos electrónicos se cumple en la continuidad misma del ejercicio comunicativo.

En términos corporativos-empresariales, otra de las dimensiones de habilidades adquiridas es el manejo de información en la nube, describimos un nivel de alfabetización informacional digital que conlleva el aprendizaje de la creación de espacios virtuales que permite el alojamiento de información bajo el modelo as-a-service.

Además, se puede gestionar espacios de trabajo que casi obliga a los instrumentos físicos a desaparecer, como, por ejemplo, los discos duros y su función de ser conectados a una computadora por consultar o trabajar un archivo. Este nivel de competencia ofrece flexibilidad, seguridad y escalabilidad.

Otra dimensión que abarca habilidades en la colectividad de sociedades de la información digital es la construcción de comunidades tecnológicas que transforma ciudades, fábricas, empresas con la finalidad de convertirse en Smart (inteligentes).

Una dimensión que casi no se reconoce y que es interesante que empresas tecnológicas viertan en congresos, es la humanización de la tecnología. La tecnología debe tener un impacto positivo y ser inclusiva, características que, en la gran mayoría de los casos, brilla por su ausencia.

El uso de Alexa, inteligencia a partir de reconocimiento de voz, es un tipo de tecnología discriminatoria, pues cuando una persona con discapacidad habla con Alexa, ésta no puede reconocerle.

Este caso demuestra que la tecnología en sus diseños más elementales suele ser discriminatoria. Sin duda, la sociedad de la información y del conocimiento está transformando el mundo en el que vivimos, por el uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Esta nueva revolución basada en el conocimiento se basa en compartir y transmitir la información con la finalidad de hacernos más competitivos y productivos.

Las herramientas digitales son útiles en ciertas realidades y economías del conocimiento mismas que pueden ser utilizadas como un medio en la mejora de la productividad social.

 

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares