La guerra en Ucrania ha causado graves afectaciones al clima mundial, de acuerdo con expertos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27), donde se dio a conocer que el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero de los ejércitos tiene aún un cálculo muy difícil de evaluar.
Los científicos calculan que esas emisiones equivalen a entre el 1 y el 5% del total mundial, según un informe publicado a principios de mes en la revista científica Nature. Comparativamente, la aviación y el transporte marítimo civil representan el 2% aproximadamente cada uno.
Infografía: Xavier Rodríguez
Política
Las fuerzas armadas más importantes son las de Estados Unidos. Si fueran un país, sus emisiones por habitante serían las más elevadas del mundo, el equivalente a 42 toneladas de CO2, según el comentario de los expertos en Nature. Ucrania calculó las emisiones relacionadas directa e indirectamente con la invasión rusa el 24 de febrero, una novedad para un país en guerra.
De acuerdo con el proyecto Initiative on GHG Accounting of War, los desplazamientos de refugiados representan el equivalente a 1,4 millones de toneladas de CO2, los incendios forestales, de campos agrícolas o de construcciones, 23.8 millones, los combates, 8.9 millones y la reconstrucción de infraestructuras destruidas durante los siete meses de guerra representaría la emisión de 48.7 millones de toneladas.
Esa iniciativa para contabilizar los gases de efecto invernadero de la guerra fue creada dos meses después de la invasión de Ucrania. El total representa cerca de 83 millones de toneladas. En comparación, las emisiones de Países Bajos durante el mismo periodo se elevan a un centenar de millones de toneladas, indica el informe de ese grupo.
Ángulo muerto
La iniciativa sobre Ucrania tiene como objetivo remediar esa especie de ángulo muerto en el cálculo de todas las emisiones mundiales, necesario para poder reducirlas, explicó Lennard de Klerk, especialista de emisiones de carbono vinculadas con el sector privado y coautor del estudio. Las emisiones militares deben “ser reconocidas oficialmente y contabilizadas con exactitud en los inventarios nacionales, y las actividades militares deben ser descarbonizadas”. indicó.
Los datos militares son generalmente confidenciales pero podemos obtener informaciones de segunda mano, cuando se sabe qué aparatos operan en una zona determinada, puedes calcular la intensidad de las emisiones de alguna clase de vehículos, con una estimación del margen de error entre el 10-20%.