El Parlamento de Singapur revocó una ley contra la homosexualidad masculina, que databa de la época colonial británica y era criticada como discriminatoria para la comunidad LGBTI.
La ley en cuestión castigaba el sexo entre hombres hasta con dos años de prisión, aunque en la práctica ya no se aplicaba. El Parlamento revocó la ley con 93 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención.
“Me siento agradecido y afortunado de haber vivido la culminación de nuestra lucha de 12 años” por tumbar esa ley, dijo Roy Tan, un médico que había impugnado el texto sin éxito ante los tribunales. Según él, este cambio alumbra “un nuevo capítulo en la historia de la comunidad LGBTI en Singapur“.
“Estoy feliz de que finalmente haya sucedido. Una razón menos para mí de ocultar mi verdadero yo, a raíz de una ley arcaica. Pero es sólo el primer paso para terminar con el estigma social y religioso que ha tenido esta comunidad por unas creencias anticuadas y la censura en los medios”, declaró Justin, un miembro de la comunidad LGBTI que solo quiso dar su nombre.
Al mismo tiempo, el Parlamento singapurense enmendó la Constitución para fortalecer la definición tradicional de matrimonio entre un hombre y una mujer, lo que cierra la puerta a futuras acciones legales en favor del matrimonio para la comunidad LGBTI .
El primer ministro, Lee Hsien Loong, dijo que la medida supone un “paso importante para Singapur” y pidió moderación a todos los partidos, en una publicación difundida en Facebook por la noche. El mandatario indicó que hicieron falta meses de “incontables diálogos” en los que participaron miles de personas para lograr un “consenso nacional” sobre ese tema.
El ministro de Interior y Justicia, K. Shanmugam, señaló al final de los debates que la derogación de la ley fue “lo correcto”, porque no hay “consideraciones públicas que justifiquen que el sexo privado y consentido entre hombres sea un delito”.
El ministro defendió igualmente la enmienda constitucional, de lo contrario, el concepto de matrimonio tradicional podría verse amenazado en los tribunales y con él todas las políticas públicas basadas en dicha definición. Los defensores de la comunidad LGBTI denunciaron que este tipo de enmiendas promueven una diferencia de trato.
En 2020, la homosexualidad era ilegal en 69 países del mundo, entre ellos 11 donde se contempla incluso la pena de muerte, según un informe de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA).
Con información de AFP