El Gobierno de Estados Unidos examina 510 reportes de avistamientos de ovnis, según su informe de 2022 divulgado este jueves, más del triple del número registrado el año anterior, y aunque muchos eran drones o globos, cientos siguen sin explicación.

De estos, cerca de 200 eran globos, drones o el llamado desorden aéreo, que incluye pájaros, fenómenos meteorológicos y bolsas de plástico en el aire. Pero otros carecen de explicación, una versión no reservada de un informe entregado al Congreso.

Es en esos en los que el Pentágono, las agencias de inteligencia y la NASA enfocan sus análisis, no por preocupaciones de que se trate de naves extraterrestres sino de capacidades de espionaje desconocidas de países rivales.

“Los UAP continúan representando un peligro para la seguridad de los vuelos y representan una posible amenaza de recolección (de inteligencia) por parte de adversarios”, indica el informe.

A la defensa de Estados Unidos le preocupa que algunos de los UAP detectados por pilotos militares en el pasado puedan representar tecnologías de rivales estratégicos desconocidas para los científicos estadounidenses.

En 2020, el Pentágono publicó un video tomado por pilotos de la marina de objetos que se mueven a velocidades increíbles, giran y desaparecen misteriosamente, hecho aún sin explicar.

Con información de AFP