Ya han pasado 3 años del feminicidio de Isabel y su pequeña hija Mayra en la localidad de Lagunillas, en Chietla, pero hasta el momento las autoridades no han dado avances del caso. Los presuntos responsables siguen prófugos y su casa aún permanece acordonada.

Los Hechos

El 27 de enero de 2020, campesinos de Lagunillas hallaron el cuerpo de una niña de 9 años sin vida en un canal de riego en el paraje conocido como La Taza. A un kilómetro de distancia fue encontrado el cadáver de su madre, de 36 años. Ambos tenían huellas de violencia, de abuso sexual, lesiones con arma de fuego y la niña estaba atada de pies y manos.

En su momento los vecinos indicaron que los responsables del crimen serían dos personas, entre ellos un menor que entonces tenía 16 años, y que eran familiares de las víctimas.

Durante esos días, la Fiscalía General del Estado refirió en esa fecha que el cuerpo de la menor tenía 13 impactos de bala, algunos de estos en las manos, lo que pudo ser un indicio de que intentó defenderse.

En tanto que el cuerpo de la madre presentaba un impacto de bala en la cabeza y golpes, de acuerdo con los primeros reportes de la Fiscalía.

Sobre el móvil del feminicidio, los habitantes de la comunidad presumieron una disputa familiar por un terreno de cultivo o un ajuste de cuentas derivada de un secuestro.

Días después, el entonces gobernador Miguel Barbosa indicó que los responsables habían sido identificados y que sí se eran familiares de las víctimas.

“Tenemos ambos casos con los culpables identificados, tanto el de Zihuateutla como en de Chietla, desafortunadamente son familiares, los tenemos identificados, pero están huidos, los vamos a detener y en el caso de la niña de Zihuateutla tenemos identificado a quién lo hizo”.

En los primeros días de febrero del 2020, elementos de seguridad pública de Chietla, de la Policía Estatal, en coordinación con la Agencia Estatal de Investigación, cateó un domicilio de Lagunillas, en el que se detuvo a una mujer, quien fue trasladada a la capital del estado, pero después de rendir su declaración fue puesta en libertad.

Hasta el momento este doble feminicidio permanece impune, a pesar de que en el caso participaban células de elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), además de los equipos de seguimiento de casos de alto impacto de la FGE.